-Que día tan pesado.- dijiste mientras entrabas a tu casa luego de un largo día de trabajo, después de todo, todavía no habías almorzado.-Como te fue en el trabajo? Volviste con heridas o algun rasguño otra vez?- dijo una voz a lo lejos.
-Solo unos raspones.- te quejaste con voz seria, después de todo, ser jefe de una de las pandillas mas grandes de todo Tokyo. Bueno, asi era hasta ese día, pero eso ya son relatos del pasado, ahora centremonos en el presente.
-Ya veo... la comida ya esta lista, sientate a comer.
-De acuerdo.
. . . . . . . . . . . . . . . . .
-Y.... como has estado?
-Bien, supongo.
-Bueno.... estas bien? No hablas como siempre.
-Ya te eh dicho que tuve un día muy pesado, simplemente no estoy de buen humor.- Respondiste con un tono serio y agresivo.
-Ok pero hablame bien, no tienes por que tratarme así.- Dijo esa persona respondiendo con el mismo tono de agresión.
-Ya te lo eh dicho que estoy de mal humor, simplemente no me hables, no creo que sea tan dificil.- Levantaste el tono y mirabas con una mirada asesina a tu novio.
-Crees que es mi problema que estes de mal humor? Deja de desquitarte conmigo y aprende a ser un hombre.
-Quien te crees que eres para decirme eso? No eres nadie, simplemente un sirviente mas que se hace llamar novio, no eres diferente a los demas que tuve.
-Con que soy solo eso eh... al menos yo si fui un buen pandillero y fui jefe de muchas pandillas importantes, algo que tu nunca entenderías.
-Deja de alagarte a ti mismo, fue una epoca pasada, todavia no te creo lo de tus tontos viajes en el tiempo... además arriesgaste tu vida a un extremo inimaginable para salvar a una simple niña que moria en cada presente que ibas, deberian haberte disparado hace mucho, asi mi vida seria mas facil y todo seria mas tranquilo y perfecto.- Dijiste, te levantaste de la mesa y te dirijiste a la puerta, pero antes de salir dijiste unas ultimas palabras.- Eres solo un estorbo más... Takemichi.
Estabas por salir pero algo te detuvo, escuchaste decir a Takemichi: "Al menos yo no me drogo, estafo, mato, trafico drogas y engaño a mi novio con cualquiera que se me cruze, de los dos soy el más normal aquí..."
"Matalo, matalo, golpealo, golpealo hasta que te suplique de rodillas llorando, hazlo sufrir, demuestra que eres superior, nadie es mas fuerte que ti, nadie puede insultarte y el que lo hace pagará las consecuencias..."
Esas son las palabras que se repetían constantemente en tu mente, eran los incios de tu demencia...
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-Ahora si aprenderas a respetarme amor?- Dijiste con un tono decepcionante mientras suspirabas del cansancio, golpear durante bastantes horas a Takemichi fue agotador, asi que decidiste parar para comprobar que seguia consciente y escuchaba lo que decias.
Te sorprendiste cuando escuchaste gotas caer al suelo, lagrimas de tu amado, hiciste llorar a la persona que mas amabas.
-Mi amor, corazón mío... no llores si? Me parte el corazón verte llorar, todo lo que hago es por tu bien, deberias entenderlo y apreciar todo lo que hago por ti. Hay veces que me sacas de quicio y no puedo resistirlo, lo lamento mucho... que yo te golpee es tu culpa, no obedeces lo que digo y me hablas de manera agresiva, tu sabes que eso me molesta. No llores bebé, algún día entenderas que todo lo que hago es por tu bien...- Finalizaste y fuiste directamente hacia la puerta para irte al trabajo, pero antes recogiste un misterioso maletín negro y ahora sí desapareciste por aquella puerta, después de todo las drogas no se traficarán solas.
Pov: 𝚃𝚊𝚔𝚎𝚖𝚒𝚌𝚑𝚒
Se oyen sollozos y llantos en aquella cocina, sangre por todos lados, gotas de sudor en el suelo y lagrimas en la cara de aquel joven. Era una de sus muchas peleas que tuvieron en toda su relación, siempre terminaba con Takemichi tirado en el suelo con moretones, raspones, heridas y sangre en todo el cuerpo, algunas costillas rotas, algunos dedos doblados y algunos órganos dañados. Mientras Takemichi estaba tirado en el suelo, se levanto, miro la ventana y no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro, el estaba felíz y agradecido contigo, el se dio cuenta que te contuviste mucho mas que antes, ningun hueso estaba roto, sus dedos estaban completamente sanos, todos sus organos funcionaban perfectamente y tenia menos heridas que de costumbre.
Mientras su sonrisa seguia, Takemichi pensó:
"Aún quedan esperanzas... sus golpes eran mas suaves, en su cara se veia tristeza, incluso reaccionó cuando yo lloré, esas palabras nunca salieron de la boca de Asaki, todavía... Puedo volver a ser felíz...?"
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