-Cariño! Ya regresé a casa!- Anunciaste mientras cerrabas la puerta de la casa.
...
-Que raro, quizas se fue a algún lado...Espera- no sera que...- Pensaste al no escuchar respuesta alguna a tu llegada.-No sera que... mierda...
Te pusiste desesperadamente a buscar por toda la casa, dormitorio, baño, cocina, sala de estar, armarios, incluso en lugares pequeños que podian ser buenos escondites. Aunque nadie excepto tu sabía que existían.
-No puede ser no puede ser... Takemichi no está en ninguna parte...- Dijiste aterrado mientras suspirabas del cansancio.
"Ve y encuentralo, dale su merecido y matalo, sabia que no podia salir de esta casa a menos que tu le dieras permiso, búscalo y torturalo hasta que aprenda, te desobedecio y a ti nadie te desobedece. Ignoró tus advertencias, matalo..."
Rapidamente agarraste un arma y la guardaste en tu bolsillo, de esta no se iba a escapar. Cuando estabas a punto de salir, la puerta se abre y asombrado ves a Takemichi entrar luego de estar afuera.
-Oh, ya llegaste! Como te fué? Salí a comprar ingredientes para hacer la comida, lo siento por no pedirte permiso, es que no quería molestarte.- Dijo Takemichi con una sonrisa nerviosa y con una bolsa en la mano.
-Gracias a Dios que regresaste... estaba apunto de salir a buscarte.- Le decías mientras sacabas el arma del bolsillo y se la mostrabas.-Menos mal llegaste a tiempo, o si no tendrías una bala en esa cara linda que tienes... ya que llegaste hazme de comer, tengo hambre.
Viste como Takemichi te miraba con miedo, pero trantando de disimularlo sonreía y miraba para otro lado, ignorandote completamente.-Lo... lo siento, la próxima te pido permiso... solamente no quería molestarte.- Dijo con un tono bajo y nervioso.
-Te asustaste? Me tienes miedo cariño? Sabes que a mi no me gustan esas cosas.- Tu expresión cambió en un instante, pasaste de ser amable a tener una mirada asesina y un tono serio... muy serio.
-Que debería hacer contigo...Hanagaki Takemichi, realmente me dececpiona que me tengas miedo luego de tantos años de relacion, todo lo que te doy no es suficiente? Y yo que creí que me amabas...debería castigarte por eso? Dime que prefieres, golpearte hasta que me quede sin fuerza... o~... prefieres que te quiebre los tobillos para que no salgas mas e ignores mis advertencias? Tu eliges...
La cantidad de miedo y terror que sentía Takemichi luego de escuchar esas palabras salir de tu boca era inexplicable. No podía moverse ni tampoco podía hablar, solamente se quedo allí parado mientras que en su cabeza se repetia una y otra vez lo que le dijiste, era como si estuviera paralizado.
-Yo...
-Tu...?
Te sorprendiste al ver que Takemichi se arrodillo y mirandote fijamente dijo:
-Haz lo que quieras, la que te parezca mejor, si eliges la uno esta bien, si eliges la dos esta bien, si eliges ambas esta bien... si es por mi bien... todo me parece perfecto, solamente me preocupa que tu estes bien, podria sacrificarme por ti, haria cualquier cosa por ti... si yo llego a morir, me basta con que tu estes bien... si tengo que arriesgar mi vida para que tu estes bien lo haré, creéme... recuerda que te amo y eso jamás va a cambiar...
No sabías que decir al respecto, esas palabras eran las que necesitabas escuchar y era la primera vez que las escuchabas, no podias creer que realmente lo dijo en serio.
Pero tu no estabas para cursilerias, realmente odiabas a los esclavos y Takemichi parecia uno de ellos. Simplemente te reiste a carcajadas y miraste con desprecio a aquel chico.
-Bien, si eso es lo que quieres lo tendrás... elijo ambas.- Le respondiste con una sonrisa sádica. -Tranquilo, todavía no te mataré, te torturare hasta que me ruegues de rodillas que lo haga, después de todo solamente eres un esclavo que obedece las órdenes de su amo. Realmente eres digno de que te desprecien...
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-Por qué lloras? Dijiste que no te importaba lo que yo te hacía con tal de que yo esté vivo. Eres patético.
Mientras lo seguías pateando y golpeando, te diste cuenta que Takemichi dejó de moverse y ya no escuchabas sus quejidos. Creiste que estaba muerto así que lo diste vuelta para ver su cara, pero una sorpresa te llevaste al ver a Takemichi sonriendo mientras te miraba a los ojos.
-Acaso te estás burlando de mí? Estúpido inútil.
-No... solamente estoy feli-
No lo dejaste terminar porque le diste un ultimo golpe en la cara para que se desmayara de una vez. Al terminar te dirjiste a la puerta, pero antes de salir escuchaste:
-Te contuviste más que ayer... estoy felíz...
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