❦︎ 𝓒𝓾𝓹𝓲𝓭 ➵ 𝙲𝚘𝚛𝚋𝚢𝚗 𝙱𝚎𝚜𝚜𝚘𝚗 ✔︎

♡︎ 𝙲𝚑𝚊𝚙𝚒𝚝𝚛𝚎 𝚇𝚇 ♡︎

❦ 𝙷𝚎 𝚒𝚜 𝚑𝚊𝚕𝚏 𝚖𝚢 𝚜𝚘𝚞𝚕, 𝚊𝚜 𝚝𝚑𝚎 𝚙𝚘𝚎𝚝𝚜 𝚜𝚊𝚢 ❦

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1 día para San Valentín.

"¡Esto es tu culpa Eros!" Gritó el Dios del rayo totalmente enojado "Creí que te habían educado mejor que esto, ¿torturar a tu propio hijo para sacar su equivalente? ¿De verdad? ¡Ni siquiera la chica pudo ayudarlo! ¡Maldita sea Eros!"

"¿Está todo bien allá afuera, Ashley?" Preguntó Sam escuchando los gritos a lo lejos desde la habitación de Voluptas, pero sin identificar de lo que se trataba "Tu abuelo está muy enojado por lo que le pasó a Corbyn, ¿no?"

"No tienes ni idea." Susurró Ashley sobando sus sienes "Perdón por meterte en esto, Sam. Es solo que creí que él y tú... bueno, mejor olvidado." Suspiró "Te llevaré a casa."

Voluptas tomó la mano de Sam entre la suya y en silencio la llevó hasta la puerta trasera evitando los gritos y las miradas de su padre y abuelo gritando.

Su madre, quien era protegida por Eros, cuidaba de un semidiós moribundo, inyectado en una extraña magia para que su furia no se saliera de control como había pasado.

Cuando Ashley trajo a Sam, esperaba que Corbyn volviera a sí tan solo viendo a la chica o escuchándola decir su nombre.

Vaya que estaba equivocada.

Adonis solo miró a Samantha y sus ojos se oscurecieron, llenos de dolor y odio, sin embargo, cada que aquello pasaba el semidiós usaba su equivalente, Ashley usaba el suyo para contrastar el poder, pero a Sam le afectaba y solo veía una hermosa cara en vez de al monstruo en el que el pobre chico se había convertido.

"¿A dónde vas Voluptas?" Preguntó su abuelo antes de que ambas pudiera salir interrumpiendo su salida casi perfecta.

"Ashley, me llamo Ashley." Corrigió la rubio con los nervios a punta al ser llamada por su nombre real frente a alguien que no sabía absolutamente nada, como lo era Sam.

"Como quieras, pero esa chica no se va de aquí." Ordenó apuntando a Samantha, la chica en cambio apretó la mano de Ashley asustada. No conocía a nadie en la habitación, Ashley era su única cara conocida y el tono del hombre mayor frente a ella le asustaba.

"Ashley, ¿Qué está pa...?"

"Samantha se tiene que ir, no tiene que estar metida en todo esto. Padre, dile." Interrumpió Ashley.

"Lo lamento, él está a cargo ahora." Susurró Eros decepcionado.

"¿Ella lo sabe?" Preguntó el hombre refiriéndose a Samantha y su secreto.

"No y no necesita saberlo." Contestó rápidamente Ashley poniéndose delante de Samantha como un escudo en caso de que algo malo pasase.

Nunca había hablado con su abuelo, pero las historias que su padre les contaba de niños solo los hacía asustarse por lo vengativo que aquel Dios podía llegar a ser.

"Es mi creación, Voluptas." Recalcó Zeus pero Ashley frunció el ceño.

"Eso es mentira." Susurró Voluptas.

"¿Alguna vez su padre les contó la historia de los Andróginos?" Preguntó con una sonrisa socarrona en su rostro.

Voluptas negó aún frente a Sam, pero antes de que Zeus comenzase a hablar, Sam salió de detrás de Ashley y enfrentó al Dios Griego.

"Dice la leyenda que poseían dos brazos a cada costado de su cuerpo, ambos sexos y una sola cabeza dividida por dos caras, una masculina y una femenina." Explicó la humana. Zeus sonrió en grande.
"Son lo que hoy en día llamamos almas gemelas. Condenados a buscar su otra mitad borrando todos los recuerdos que tuvieran de sus vidas pasadas, para que así se perdieran para siempre en un mundo muy lejos de algo parecido a las añoranzas celestiales que marcaron su rotunda perdición."

"Y tú mi querida andrógina, has encontrado a tu alma gemela." Comentó Zeus aún con su sonrisa "Lastima que su padre haya sido tan testarudo para aguantar un poco más."

"¿Disculpe?" Preguntó Sam con un tono tembloroso. Aún nerviosa y asustada. No entendía nada.

"¿Le puedo decir? Por favor, tengo que decirle si quieren que Adonis esté bien." Pidió Zeus con un tono juguetón.

Sam frunció el ceño y miró a Ashley; "¿Quién es Adonis?"

Ashley no dijo nada, pero miró a su abuelo como si quisiese matarlo. Lastima que eso no era posible.

"Mi querida niña, déjame explicarte lo que ocurre aquí." Dijo Zeus

Y sin esperarlo, sin pedir permiso y sin volver a preguntar; él dijo todo. Contó el secreto de la familia Valentín, desde que comenzó hasta que ambos niños nacieron. Contó lo que le pasaba a Adonis y contó sus sentimientos hacia ella.

No era su secreto para contar, ni su declaración para hacer. Pero, los Dioses no pierden el tiempo con temas tan prosaicos.

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Samantha no podía moverse, no podía hablar, no podía hacer nada más que ver a aquel ser que se hacía llamar Zeus, aquel Dios Griego que reinaba el Olimpo.

No sabía que decir, cómo actuar con sus amigos después de todo lo acontecido.

Ashley y Corbyn eran semidioses y descendientes de Cupido.

No terminaba de analizar las palabras de Zeus.

« Adonis está enamorado de ti, pero no sabe amar. Jamás lo ha sentido por nadie, no de la manera que lo siente por ti. »

« Son cupidos, Samantha. Su deber es saber identificar el amor, pero Adonis es muy egocéntrico para aceptarlo. »

« Su estúpido padre lo llevó hasta la ruina pero tú. Tú eres su otra mitad, su alma gemela si ustedes humanos lo quieren llamar así; ustedes dos juntos forman un andrógino. »

"¿Sam?" Llamó Ashley al verla de tal manera.

"¿Corbyn es Adonis?" Preguntó la chica. Ashley asintió "¿Puedo verlo?" Pidió.

Voluptas se sorprendió ante lo pedido por la chica, pero asintió suavemente tomando su mano y llevándola hasta la oficina de su padre en el sótano de la casa.

Samantha no dijo nada en todo el trayecto y Voluptas no preguntó nada, sabía que era mucha información que procesar.

Le tuvo que dar al menos una semana a Zach y Anna para que lo entendieran y analizaran. Daniel se sorprendió cuando lo descubrió pero al día siguiente todo estaba normal con él, al igual que Jack y Jonah; ambos rogando casi al segundo de enterarse de los poderes de sus amigos, que les consiguiesen pareja a ambos.

Sin embargo, con Samantha era diferente. Ashley percibía el amor que desprendía por su hermano, pero también sentía su desamor consigo misma.

Y cuando llegaron al lugar en donde Adonis estaba con Psique, su madre. Ashley protegió a Sam con su equivalente para que la chica pudiese ver en lo que aquel joven cupido se había convertido.

« Háblale con el corazón porque tú alma y la de él son una sola. »

Recordó Samantha las palabras de Zeus minutos antes.

Y entonces, Sam decidió mirar al chico por quien en verdad era. No por quien intentaba ser.

"¿Adonis?"

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