💙🌻P e d a c i t o🌻💙

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¡AVISO!

Azúcar 💖

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—¿Mmmm tú que dices? ¿Tenemos frío? —decía poniendo una mano en su pancita y dejando de masticar la fresa que había cogido del pincho de frutas ¡Tenía que concentrarse!

Lanzó una mirada sospechosa por todo el armario tratando de conectar con su pequeño.

Cerró los ojos y arrugó la nariz.

—Sí, yo también —concluyó volviendo a masticar.

—¡Mira! ¿Te gusta este? Es muy
bonito... -— tomó la prenda y se la puso sobre los hombros— Mmm pero me hace ver más gorda...

Le encanta su pancita, los vestidos de verano y la moda modesta le quedan muy bien.

Soñó con ser madre desde que tenía doce y disfruta la experiencia al máximo. Desde que quedó en cinta no puede evitar verse al espejo todos los días tratando de ver la diferencia de su vientre con el día anterior, no ve la hora de tenerlo entre sus brazos y escuchar su tierna voz.

—¡Ohh este te va a encantar! —sacó del armario un Jersey amarillo de lana, adornado por un girasol que ella misma tejió.

Nunca ha visto a su pequeño pero sabe que es tan cálido como un día soleado y un jardín de girasoles, es lo que le dice su corazón.

Soltó una risita.

—¿Crees que le guste a tú papi?

Se pone el suéter y lo modela para su bebé.

Y no puede evitar preguntarse si Eren piensa lo mismo, sabe que también ama al ser que duerme en su vientre pero ¿Qué hay de ella? —tampoco puede evitar sentirse insegura— ¿Le sigue gustando su cuerpo? ¿Le gustará su nueva a apariencia? ¿Le gustará su pancita tanto como a ella? 

—Claro que le gusta.

Mikasa dio un pequeño sobresalto al escuchar la voz de Eren, su ojos buscaron por inercia el lugar de donde provenía su voz hasta que lo encontró; recostado en el marco de la puerta, lo miro primero por el espejo y luego giró para verlo de frente.

—¿Desde hace cuánto tiempo estás allí?

—Desde hace quince minutos —dijo Eren levantándose y adentrándose al armario. Ella lo miraba con un leve rubor en las mejillas.

Sin decir nada con la mano derecha levantó la mejilla de su esposa y con la otra acarició su vientre camino a su cintura.

—Nos asustaste... —dice ella en un susurro a un centímetro de su labios. Él pega su frente con la suya y los une en un profundo beso, que hace dasaparecer toda la tensión provocada por el trabajo, tener a su familia entre sus brazos era sin duda la recompensa más grande que tenía.

Le encanta observar a Mikasa, —desde siempre— pero ahora poco es decir que no puede apartar su vista de ella, no sabe que le gusta más; que le hable al hijo que comparten o verla tan campante con su barriga.

El embarazó le había sentado muy bien y Eren quería abrazarla y no soltarla jamás, consentirla y hacer todo lo que ella pida, porque si antes estaba irremediablemente enamorado, ahora no está seguro en que lugar se encuentra fuera del límite de esa palabra.

Cuando el beso termina se quedan tan cerca como empezaron.

—Lo siento linda —dice presionando levemente su mejilla— Lo siento pequeño —haciendo una leve presión en su pancita.

Eren se inclina para poder hablarle a su pedacito de cielo. Ahora sus manos están en su vientre.

—¿Cómo estás amor? —dice dejando un pequeño beso en el inicio de la curvatura. Mikasa pone sus suaves manos sobre las suyas.

—Dice que quiere una pizza.

—¿No querrá un helado también? —dice Eren con falsa inocencia mirándola desde abajo.

—Ah sí, también quiere los zapatos de charol que te mostré ayer —dice Mikasa soltando una risita y enredando un mechón castaño en su dedo.

Eren se levanta y acaricia su cintura con ambas manos.

—Claro que los tendrá —dice Eren  cuando de levanta y besa su mejilla-— Tendrá todo lo que quiera.

La toma de los hombros y en un suave movimiento ambos quedan frente al espejo mientras Mikasa ríe.

Ella se recuesta en su pecho y los dos se miran con afecto a través del reflejo.

Se siente tan segura y completa cuando él está cerca.

—¿Lo ves más grande? —dice Mikasa alcanzando la mano de su esposo que abraza su vientre.

—Sólo tiene tres meses Miki —Eren apoya el mentón en su hombro sin dejar de mirarla.

—Lo amo Eren, lo amo mucho.

Él respira el dulce aroma de su cuello, tratando de quedarse allí para siempre con la calidez de su piel acobijando sus labios.

—Son mi vida entera Mikasa.

No sabe si es porque en ella vive su solecito ó porque simplemente la ama, pero su esposa se ve más hermosa que nunca.

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NOTA: *Llora*

💙☀️Rayito de Sol☀️💙 EreMika Donde viven las historias. Descúbrelo ahora