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Usualmente Black no pensaba mucho en el tiempo que su hermano fingió ser él para vengarlo

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Usualmente Black no pensaba mucho en el tiempo que su hermano fingió ser él para vengarlo.

Siendo honesto le daba un poco de escalofríos. Ver a White, normalmente tierno y nerd, con piercings, tatuajes y ropa desgastada fue un golpe duro.

Se parecían tanto que tenía miedo que un día su hermano fuera una copia exacta de él. Este mundo ya tenía suficiente con un Black, White no tenía porque ser un pandillero anticapitalista rebelde mal hablado.

Sin embargo, en momentos como esos, cuando la pandilla se reunían en el garaje para beber y hablar de cosas fuera de lo mierda que era el país, hacían que sus barreras mentales se debilitaran y varias preguntas salieran a flote.

—¿Cuando fingías ser yo...?—habla de la nada mirando a su gemelo haciendo los otros se callen—¿Esos bastardos te trataron bien?

Black estaba sentado al lado de White para evitar que el bastardo de Sean estuviera pegado a él como chicle. Mientras tanto White acariciaba a su perro feo que ya no estaba tan desnutrido.

Este se llamaba Bibi y se quedaba con Sean en el garage ya que White no podía llevarlo a casa con papá y Black ni de joda se haría cargo de ese animal roñoso que no dejaba que él lo tocara.

Ese perro feo tenía algo contra él, podía asegurarlo. Y quizá era normal, Bibi amaba al idiota de Sean, igual que White no tenía buenos estándares.

—Sí—contesta White.

Sin embargo su gemelo nunca había sido bueno mintiendo y la vacilación en su voz era más que evidente.

—Dime que te hicieron para que se los regrese al doble.

Él sabía que era un busca peleas y que hacía enojar a los otros con facilidad. No le sorprendería que White librara algunas disputas en su nombre.

—No fue nada malo—insiste—Además ha pasado mucho tiempo de eso.

—Dime—insiste.

—Que poca fe tienes en nosotros—se queja Gram—Todos lo tratamos normal, como si fuera tu.

—Y eso es lo que me preocupa—admite.

—No pasó nada malo—secunda Yok—White no buscó pelea así que no le tocamos ni un pelo.

Bueno, ya podía estar tranquilo.

—A excepción de Sean.

¿Por qué no le sorprendía? Ese perro rabioso tenía la cabeza llena de mierda y se exaltaba con lo más mínimo.

Fuck you Sean!! //Not Me The Series. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora