Black no puede creer que White se haya fijado en el bastardo de Sean.
Jodidamente no puede aceptar que ese perro rabioso sea el novio de su hermano.
Nunca.
•Basada en la serie tailandesa Not Me.
•Los personajes no me pertenecen.
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Black y Sean estaban peleando.
Y no era nada extraño. A ese punto White ya se había cansado de decirles que intentaran dejar las diferencias de lado y llevarse bien.
Parecía que sus súplicas les entraban por un oído y les salían por otro. Black seguía sin concebir que Sean fuera su novio y Sean pretendía defender su dignidad y posición al lado de White.
Ese día White y Sean estaban teniendo una acalorada sesión de besos en la parte de atrás del garage cuando Black llegó y empujó a Sean para que lo dejara.
Él soltó un suspiro y mejor acarició a Bibi mientras vigilaba que ese par no se hiciera ningún daño real.
—¡Deja de ser un maldito entrometido! ¡White es mi novio y puedo besarlo siempre que él me deje!
—¡Cállate, maldito hijo de perra! ¡Le vas a pasar el herpes!
—¡No tengo herpes!
—¡Eso dices tú! ¡Deja de besarlo como si te lo fueras a comer! ¡Es asqueroso!
—¡No me jodas! ¡Besarte a ti sí que fue asqueroso!
Sean se tapa la boca de inmediato. Black abre los ojos sorprendido. Ambos se giran para mirar a White que parece una estatua por lo quieto que está.
—¿Ustedes...se besaron?—White siente la garganta seca. Los lentes están en la punta de su nariz pero se ve incapaz de acomodarlos correctamente.
—White...
—Esto es un malentendido, lindo—Sean es quien habla—Fue...solo una vez.
Black le lanza dagas a Sean con la mirada. Acaba de arruinar todo.
—Okey—White deja a Bibi en el piso lentamente.
—Ey...no empieces a hacerte ideas tontas en la cabeza—advierte Black—Es un malentendido.
—Fue cuando aún creía que tú eras Black. Y el muy imbécil fingió ser tú para rechazarme.
White conocía esa hisotria. Sabía que Black le dijo a Sean que se fuera al diablo en su nombre (o algo así), pero nunca supo que hubo un beso.
La información le cayó como un balde de agua fría.
—No fue mi intención besar a ese zopenco—declara Black—Pero quería que le quedara claro.
—Sí y luego me golpeó.
—De acuerdo.
De verdad que no sabía como sentirse ¿sorprendido? ¿Molesto? ¿Enojado? Esos dos siempre estaban peleando por tonterías que imaginarlos besándose era casi imposible. Sin embargo, había pasado y, por alguna razón, dolía más de lo que le gustaría admitir.
—No pongas esa cara, por favor—Sean toma sus mejillas para que lo mire a los ojos—Fue una estupidez, para ningún significó nada. Yo sigo teniendo pesadillas de ese fatídico día.
