The Last Guardian [Fate]

Concierto

—Muchas gracias.

—Que lo disfrute joven.

El pelinegro quitó la tapa con la que se cubría "El especial de hoy"

—¿Qué?– Miró la pequeña porción. La cuchara podía llevarse toda sin ningún problema.

Lo malo de salir a comer a restaurantes gourmet eran las ridículas cantidades de comida que te servían por cantidades ridículas de dinero a pagar.

Tapó la comida y se levantó de la mesa. Enserio no comprendía como los ricos gastaban tanto dinero en esa clase de comida ¿Acaso los ingredientes contenían piedras preciosas?

Fue a la entrada del restaurante para salir más sin embargo el recepcionista no se lo permitió ya que debía pagar la cuenta.

—Pero si ni siquiera lo comí.

—Lo pediste pues lo pagas.

—Si pero yo me imaginaba... Ya sabe ¿Más cantidad?–

—Joven este es uno de los establecimientos gastronómicos más importantes del país, la calidad de la comida es de primera y usamos ingredientes selectos, obviamente debe de valer– Dijo el de recepción.

—Si y entiendo eso pero es un poco ridículo que me vendan un vaso de agua por 100 dólares.

—Esa agua no es procesada y se obtiene de los manantiales y cascadas de la ciudad, miré en primer lugar si no podía costear para venir a comer en un lugar tan prístino como lo es "Olympe" no hubiera entrado en primer lugar.

—Tiene usted toda la razón le prometo que no volverá a suceder.

Yutaiji fue dando pasos hacia atrás para llegar a la entrada pero los guardias le negaron la salida.

—Lo siento pero me debe algo– El hombre le mostró su mano dando a entender que le pagara. —Oh no querrá que estos amigables hombres lo lleven a platicar en la comisaría.

—Creo que dan más comida en la prisión que acá y es gratis.

El hombre hizo un ademán para que se lo llevaran, Yutaiji no puso resistencia.

—Que grasiocito cuéntaselo a la policía cuando lleguemos.

Y salieron del restaurante.

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—Enserio que si no ando precavido me quedaré sin dinero– Dejó al par de guardias sentados no muy lejos a la puerta, los había noqueado con un genjutsu. —Mejor buscaré una pizzería, conque no me digan que usan lingotes de oro para sustituir el queso mozzarella.

Su turisteo en la ciudad de Río de Janeiro estaba yendo mejor de lo que esperaba, solo restaban 3 horas y media para conocer a Mori Calliope.

Su siguiente destino era una pizzería o cualquier lugar donde no tuviera que gastar un dineral para comer algo que lo llenara.