The Last Guardian [Fate]

Inumaki

Nuevamente me hallaba en aquel zoológico, aquella pesadilla que siempre me acechaba y que nunca me ha dejado dormir bien.

Era prácticamente lo mismo, la misma rutina de caminar hasta llegar con ese par de extraños lobos que al final me terminaban alcanzando para matarme.

—¡Ya estoy harto de pasar lo mismo!–

No hacía falta contar lo mismo, nuevamente había despertado, estaba apresado en el mismo lugar, la estación de policía en la catedral de la ciudad.

—Hay que reconocer el mérito que tuviste al dejar fuera de combate a mis policías– El Capitán Kento Nanami se encontraba sentado en una silla iluminado por una pequeña lámpara.

—Yo no fui el que hizo todas esas cosas– El también estaba sentado en una silla con la diferencia de que estaba esposado con los brazos en la espalda, de esta forma evitarían lo ocurrido anoche.

—Correcto pero eso no lo decides tú chico.

Otra lámpara se encendió al lado del hombre rubio con lentes.

Igualmente sentada una mujer de mediana cabellera tonalidad castaño marrón amarrado en un moño, sus ojos eran serios de color chocolate y que usaba unos lentes tipo visor, miraba fijamente al pelinegro mientras sostenía una carpeta.

—Buenos días Okkotsu Yutaiji.

—Buenos días.

—Soy la Capitana de la Oficina de Inteligencia e Investigación (O.I.I) Hangi Zoe mucho gusto en conocerte– Dió el saludo con mucha cortesía y amabilidad siendo el contraste de la actitud seria del hombre.

—Mucho gusto.

—Supongo que ya sabes porqué estás acá.

—Si señora.

—Estás siendo acusado por crímenes que creo ya te han quedado claro.

—Yo no fui quién hizo eso.

—Tranquilo carita deprimida lo que quiero comentarte es este análisis que hice sobre ciertas pistas que no te llevaste contigo.

—Emm está bien...

—Aquella cámara y álbum de fotografías cuentan con ADN tuyo más sin embargo...

Yutaiji trataba de mantener la calma para evitar lo mismo que anoche.

—En la autopsia que le hicimos al cuerpo de la señora que en paz descanse Tinako Sutsumi encontramos ADN que no te pertenecía además de algunas huellas en su piel.

—Ayer en lo que te diste a la fuga los hombres de la Capitana Hangi investigaron con más personas y hay testigos que validan el hecho de que eres inocente– Habló el Capitan Kento.

—Si lo soy porqué estoy apresado.

—Eso es de mi parte, quiero hablar contigo sin que te me pongas igual que ayer.