── ¡ Sí ! A-ah, quiero decir... Sí, tengo algo de tiempo, por ahora he terminado con mis labores, señor. ── Respondió con cierto nerviosismo el de cabellos levemente anaranjados. Ayato le sonrió, mientras hacía movimientos con sus ojos haciéndole entender al contrario que se sentará a su lado.
Thoma acató con rapidez, sentándose junto al hombre que lo volvía loco, mientras pasaban los minutos, Ayato había terminado de beber aquél delicioso líquido y dejó el vaso con la bombilla de lado, mientras el más alto entre ambos ya se sentía más calmado, Kamisato daba pequeñas charlas sobre cosas no tan importantes, a la par que Thoma respondía u opinaba sobre ciertas cosas, todo parecía ir en calma mientras el sol se ocultaba, nada fuera de lugar. El rubio estaba decidido a confesarle sus sentimientos, pero no sabía con que palabra empezar, realmente no sabía en qué momento hacerlo, no se sentía tan preparado para ser rechazado, su mente se inundó de pensamientos sobre la posible confesión, haciendo que dejará de escuchar al líder Kamisato, que esté rápidamente se dió cuenta al notar que el otro no respondía a sus preguntas.
── ¿ Thoma ? ── Con suaves palabras, y una leve palmadita en la cabeza, Thoma abandonó sus pensamientos ya últimamente negativos, prestando atención en quién lo había llamado con anterioridad.
── ¿ Necesita algo ? ──
── No realmente, sólo quería hablar de algo contigo. ── El amo de llaves quedó pensativo nuevamente ¿ de qué querrá hablar el señor Kamisato con él ?
── Entiendo, cuenteme lo que necesita. ── Justo unos segundos luego de terminar su frase, Ayato colocó la mano derecha en el pecho bien marcado de Thoma, haciendo una leve fuerza para recostar al peli naranja. El antes mencionado no sabía que hacer, se encontraba sorprendido por tal acción y sobre todo, porque Ayato se había colocado encima suyo, con aquella sonrisa que siempre mantenía en sus labios, sin poder evitarlo, su mirada bajó a ese puntito negro que adornaba la blanquecina piel del usuario hydro.
── Hay algo que me inquieta, hace unos meses, he visto como mirabas mis labios, como si quisieras besarlos... Pero últimamente ya no has hecho eso, hasta me atrevo a decir que has mantenido cierta distancia conmigo y te has acercado más a Ayaka... ── Thoma con algo de vergüenza por lo que había dicho el que estaba encima suyo, apartó su verdosa mirada, sin poder evitarlo. ── ¿ Es acaso que te has aburrido de mí y estás mejor con mi hermana ? ── Ayato había borrado su sonrisa, mostrando una leve preocupación en su mirada y tono de voz. ── Thoma, es de mala educación apartar la mirada cuando alguien te habla. ── Con suavidad, el jóven de cabellos azulados sujetó la barbilla del otro, moviendo levemente su cabeza para que el de ojos verdosos lo volviera a mirar.
── Lo lamento... Señor Ayato, realmente está mal entendiendo mis intenciones con la señorita Ayaka... Ella es simplemente una amiga para mí, y no planeo nada con su hermana, porque posiblemente tenga una relación con la viajera Lumine. Pero ese no es el punto, a lo que quiero llegar, es que... Usted me atrae, más de lo que piensa, y he mantenido distancia porque últimamente no puedo dejar de pensar en usted y en cómo logra hacer que mis pulsaciones se aceleren... ── Era una confesión, no como la que el rubio esperaba hacer, pero prefería aprovechar esa oportunidad que Ayato le había dado.
Mientras tanto, el de mayor rango se encontraba sorprendido y feliz, demasiado feliz, no esperaba esa confesión, pero estaba feliz de haberla recibido, la sonrisa nuevamente volvió y acercó su rostro al de abajo, para unir sus labios en un beso afectuoso, no era con dobles intenciones, o al menos eso era por ahora. Luego de unos minutos, sus posiciones cambiaron, ahora dejando al jóven Ayato debajo, mientras se daban besos cariñosos y palabras amorosas, separaron un poco sus rostros, ambos se encontraba levemente ruborizados.
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── Lunares 🍅
Fanfiction♯En donde Thoma desea besar todos los lunares que se encuentran en el cuerpo de su señor, sin importar en que lado se encontraran. A él le encantan los lunares de Ayato, y cada vez que observaba el que se encuentra posado justo debajo de su labio in...