Taehyung miraba el techo de la habitación. Hace una hora que había despertado aproximadamente, sin embargo la calidez que emanaba el cuerpo que se encontraba justo a su lado lo hacía sentir demasiado cómodo como para pensar si quiera en levantarse. Observó a su costado y un suspiro involuntario salió de sus labios al momento de ver el rostro del Alfa, quien entre pequeños ronquidos, Taehyung no pudo evitar compararlo con un gato, uno muy tierno e indefenso, el cual se aferraba lo más que podía a su cuerpo.
-YoonGi.
El Alfa abrió los ojos poco a poco, y miró a Taehyung, una sonrisa se plasmó en su rostro antes de dejar un pequeño beso sobre el pecho del Beta.
-Buenos días.
-No quería despertarte pero ya es tarde, ¿no piensas ir hoy a la oficina?
-¿Qué hora es? -Preguntó YoonGi, aún somnoliento y confundido.
-Pasan de las diez...
-Oh, ya veo. Me hubieras hablado antes, tenía una junta a las ocho.
Taehyung lo miró, sorprendido.
-Lo siento, no tenía idea.
-Esta bien... Igual no me siento muy bien, le llamaré a mi secretaria para decirle que cancele todas mis juntas.
-¿Qué te pasa? -Preguntó Taehyung, sorprendiendose un poco por lo preocupado que sonaba... Y se sentía.
-Me duele un poco la cabeza...
Taehyung frunció el ceño. Aquello si que era extraño.
-Tenemos cuatro meses juntos, y en todo ese tiempo jamás te habías quejado de un dolor de cabeza.
Ahora que lo pensaba:
« ¿En qué momento había pasado tanto tiempo? »
Cuatro meses... Dos meses más, y esto que tenían terminaría totalmente.
«Entonces, ¿Por qué esa sensación de pesadez en la boca de su estómago? »
-No es nada, no te preocupes demasiado, ¿de acuerdo?
-Deberías ir al médico, puedo acompañarte.
YoonGi negó.
-En realidad, ya saque cita, iré hoy mismo en la tarde.
-¿Qué tan tarde?
-A las cinco.
-Oh...
-¿Qué pasa?
-Mamá vendrá a verme a esa hora. Lo siento, yo realmente quería acompañarte, pero...
-Descuida. Yo entiendo, tranquilo.
-Cualquier cosa, sabes que puedes llamarme, ¿de acuerdo?
YoonGi asintió.
-Gracias, amor. -Respondió YoonGi con una amplia sonrisa.
Taehyung observó su sonrisa por varios segundos, antes de desviar su mirada a los ojos del contrario.
-Voy a preparar algo para desayunar, ¿quieres algo?
YoonGi negó.
-Ve tu, yo intentaré dormir un poco más.
-Esta bien.
Taehyung se levantó de la cama con intenciones de dirigirse a la cocina. Miró en dirección a YoonGi, confirmando lo que él Alfa le había dicho, observando como efectivamente se quedaba dormido de nuevo. Taehyung sonrió antes de salir de la habitación. Haría un delicioso desayuno para ambos.
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-Lo mejor será que descanse, eso lo ayudará a no estresarse y disminuirá sus malestares.
YoonGi asintió.
-Eso haré. Gracias doctor.
-Hasta pronto, YoonGi.
YoonGi salió del consultorio y sonrió. Era un alivio que no tuviera nada malo. En esos momentos deseaba tanto ver a Taehyung. Sabía que tenía que ir a casa, después de todo, le había dicho a su esposo que no iría a la oficina. Sin embargo, nada de eso importó, llegando sin darse cuenta a la empresa.
Respiro hondo y se adentro sin tocar a la oficina que había instalado para Taehyung hace apenas un par de semanas.
-Ya solo te quedan dos meses, aguanta un poco más el sacrificio de acostarte con el hasta entonces.
YoonGi se quedó helado al escuchar esas palabras. «¿No era esa la voz de la madre de Taehyung? »
-No es tan malo como parece.
-Da igual, ese chico no tardará mucho en darte tus acciones, y quien sabe, puede que hasta te dé parte de las suyas. Tu complacelo hasta que no tenga más opción que hacer lo que ti digas.
-Mamá...
El sonido de algo rompiéndose captó la atención de ambos. Giraron sus rostros y se encontraron con YoonGi ahi, de pie en el marco de la puerta, con los restos del jarrón decorativo hecho pedazos sobre, el piso.
-YoonGi...
YoonGi se dio la vuelta lo más rápido posible y salió de la oficina.
Al parecer su padre había tenido razón todo ese tiempo; Taehyung sólo lo había utilizado.
