Dos chicos que por azares del destino terminan ocultando sus sentimientos y alejándose del otro, se ven envueltos en un reto que cambiaría el desarrollo de sus vidas definitivamente.
Min YoonGi y Park JiMin, aquellos mejores amigos de infancia que c...
— Debería estar en casa, no en estas reuniones donde lo único que hacemos es jugar verdad o reto. —soltó YoonGi luego de unos minutos dentro del lugar en el que también se encontraba JiMin.
— Lo siento, hyung. —susurró Park apenado.
Llevaban aproximadamente cinco minutos desde que el reto de mantenerse encerrados en el armario de la habitación del mayor del grupo de sus amigos, SeokJin, dio inicio.
Los diez minutos que restaban serían un largo calvario.
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JiMin y YoonGi eran mejores amigos desde que tienen memoria, ambos se conocieron cuando un pequeño JiMin de cinco años entraba temeroso por la puerta del aula de YoonGi del jardín de niños. Min aún recuerda la forma en que las mejillas del más bajito se abultaban por cada puchero involuntario que hacía, intentando no llorar cuando se acercó a él totalmente avergonzado por haber confundido sus loncheras —la cuales tenían el mismo dibujo animado— y haber comido de la que no era suya.
A partir de esa fecha, YoonGi y JiMin fueron muy unidos, aunque bueno, digamos que ahora ya no lo son tanto.
Cuando cursaban la primaria, ambos compartían misma aula, iban de un lado para el otro juntos, y las visitas a la casa del contrario constaban de tres a cuatro días por semana. En secundaria, debido al cambio repentino de aulas que el director de la escuela realizó, YoonGi fue cambiado a una sección diferente a la de JiMin. Eso ocasionó que su distanciamiento llegue poco a poco, Min conoció a nuevas amistades, y con ello a una peculiar chica de la que gustó por mucho tiempo. Las visitas de JiMin a casa de YoonGi y viceversa comenzaron a ser menos, casi nulas.
A finales de la secundaria JiMin había decidido que hablaría con su hyung para ir juntos al baile de graduación y así volver a trabajar en la amistad que tenían, o en la amistad que YoonGi consideraba que tenía con JiMin, pues este último con el paso del tiempo se dio cuenta que había estado enamorado de Min desde hace muchos años.
Aquel día, apenas el timbre del receso sonó, JiMin corrió a pedir un menú que brindaba la escuela para regalárselo a YoonGi. Cuando lo obtuvo caminó de manera apresurada al aula de YoonGi, pero unos metros antes de llegar al lugar, vio a mucha gente rodear a alguien. Iba a pasarlo por alto y seguir buscando a su hyung, sin embargo, un grito captó toda su atención hacia aquel círculo de personas.
— ¡Vamos YoonGi, pídele ya!
Park se acercó y logró visualizar que ese "alguien" en realidad eran dos personas, YoonGi y la chica de la que tanto Min gustaba. Los nervios comenzaron a apoderarse de JiMin, quedándose estático en su lugar y pensando que su hyung no diría absolutamente nada de lo que su mente comenzaba a formular, pero antes de lograr calmarse, lo escuchó.
— MiSuk, ¿me darías el honor de ser tu pareja para el baile de graduación?
