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Sexo fuerte. Gemidos descontrolados. Y sudor, mucho sudor...

Después de haber salido del bar con un Jisung sin ganas de caminar, los jóvenes se dirigieron a un pequeño hotel cerca del centro de la ciudad. Pasaron el resto de la noche en la suite hospedados mientras el peliazul se bañaba y un cansado Minho se acostaba en la cama.

—Buenos días, bonito —dijo el peligris.

Eran exactamente las nueve de la mañana cuando Jisung se despertó en los brazos de su acompañante, la sensación que esa posición daba haciéndolo sentir protegido. Acercó sus labios a los contrarios iniciando un beso lento. La química del día pasado había resultado bastante bien, y para sorpresa de ambos, no quisieron dejar las cosas hasta ahí.

—¿Qué quieres hacer? ¿Tienes hambre?

El menor negó. Batallando en su contra por quedarse en la cama, se levantó y fue hacia el baño interior —Y-yo saldré... debo revisar como van las cosas con la policía.

Y fue cuando el peligris se dió cuenta de todo. Mascullando un insulto bajo, fue hacia el suelo para recoger sus prendas. Debía pensar en algo, si Hyunjin se enteraba de la idiotez que acababa de hacer, lo mataría o peor, mataría a Jisung.

Al sentarse en el filo de la cama, tomó su cabeza entre sus manos. Mierda, mierda y más mierda.

—¿Estás bien? —preguntó el peliazul al verlo.

Minho no lo miró, solo se limitó a asentir sin prestarle mucha atención. El menor pasó las cosas por alto, tal vez solo estaba teniendo una resaca y no quería ser molestado. Sin darle previo aviso se colocó atrás de él cruzando sus piernas por la cintura de Minho y empezando un masaje en los hombros anchos del peligris.

No dijeron nada. Se mantuvieron así unos minutos más, Minho disfrutando el suave tacto del peliazul, y Jisung simplemente siguiendo sus movimientos. Una llamada entrante rompió el silencio que se había formafo, Jisung se levantó de su puesto y fue hacia su bolso negro para tomar la llamada.

Aplastó el botón verde y al instante una voz ronca empezó a hablar por el parlante. Minho veía como sus facciones pasaron a ser más duras, él estaba concentrado, tal vez furioso —Comprendo —lo escuchó decir, su voz sonando firme y áspera.
—Debo irme —avisó. Recogiendo sus cosas, se acercó a la puerta y tomó el pomo. Sonrió al verlo, tiempo después se giró sobre sus talones y conectó su mirada con la del peligris —Quiero conocerte, que nos conozcamos en serio —dijo. Una chispa llenó los ojos de Minho.

Sin más, salió de la habitación y bajó por el ascensor dorado del pasillo. Una vez estuvo totalmente fuera del hotel, caminó hacia la parada de buses. El día era fresco, las personas caminaban de un lugar a otro intentando llegar temprano a sus trabajos.

Colocó sus auriculares en sus orejas y pronto "All I Need" empezó a sonar de fondo. Inevitablemente, la canción le hizo recordar a aquel peligris de ojos cafés, sonrió para sus adentros, si tenía suerte tal vez podría conseguir más que una buena follada de parte del mayor.

Solo tenía que esperar un poco más.

Solo tenía que esperar un poco más

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𝔹𝕝𝕠𝕠𝕕 𝕊𝕨𝕖𝕒𝕥 𝔸𝕟𝕕 𝕋𝕖𝕒𝕣𝕤 || 𝕄𝕚𝕟𝕤𝕦𝕟𝕘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora