En lo profundo de los hermosos bosques de coníferas que cubrían a las montañas del noroeste del reino, se encontraba un pueblito ganadero muy pintoresco con un nombre tan complicado de pronunciar que hasta entre los mismos lugareños habían distintas formas de llamarlo; Kkiyomadong, Kkidong, Kiyo, , etc. Aún con todos esos nombres, aquel desastroso dúo de niños conocido en todo el pueblo lo habían bautizado como Kei ¿Porqué? Por que sonaba mejor. Para ellos Kkiyomadong o como sea que se llame, sonaba como si el pueblo estuviera congestionado o algo así.
No obstante, parte del brillo del pueblo se esfumó cuando aquel par de niños fue separado, o por lo menos así se sentía para Jeongin que durante todo el resto de las vacaciones de verano se había dedicado a escribir cartas a su amigo, aún si ni siquiera pudiera mandarlas porque no conocía la nueva dirección del destinatario.
Aquellos veranos llenos de risas y diversión desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, los vibrantes colores verdes del paisaje del bosque en verano ahora no parecían ser más que grotescas manchas grises, la comida que preparaba su madre era insabora, pero lo peor es que aquel pensamiento sin sentido que tuvo el día que Hyunjin se fue no lo había dejado en paz desde entonces. No era como si no hubiera tratado de ignorarlo, claramente lo hacía todo el tiempo sin embargo pareciera que al final del día, cuando después de cumplir con sus labores se desplomaba rendido sobre su cama, los pensamientos sobre Hyunjin y su hermosa cara venían a el de tal manera que todos sus esfuerzos de olvidar aquel pensamiento de "Me gusta Hyunjin" se volvían inútiles.Ese lunes, como de costumbre, se había ofrecido para ayudar a Jisung con las gallinas, no estaba muy seguro si contarle sobre lo que había pasado con Hyunjin y los inusuales sentimientos que lo han abrumado tanto desde que el rubio se fue del pueblo ya que creía que podía ser raro si Jisung se enteraba de que le gustaba otro chico. Nunca había visto una pareja del mismo sexo, no tenía idea si era bueno o malo -aunque no creía que fuera malo, al final es amor ¿Verdad?- tampoco sabía si dos chicos podían tener un bebé, ni siquiera había oído la plática sobre flores y abejas, su jovén mente aún era demasiado inocente.
Se encontraba sentado en el pasto junto a Jisung "descansando" después de haber terminado con las gallinas, por descansar me refiero a que la madre de Jisung los había convencido de tejer sombreros de paja con la promesa de darles a cada uno una moneda de plata si tejían 14 en conjunto, pero como no eran nada tontos subieron el precio a una bolsa de dulces de arándanos, así que a la señora Han no le quedó de otra más que aceptar.
Pasa la paja por arriba, luego por abajo, derecha, otra vez arriba y así estuvieron un buen rato solo tejiendo en un silencio relativamente cómodo para ambos aunque para Jeongin la necesidad de contarle todo a su amigo lo estaba consumiendo por dentro. Decidido, como pudo deshizo el nudo de su garganta para decir lo que tanto ansiaba:
—Jisungnnie, creo que me gusta un poco Hyunjin.Evito la mirada del castaño pensando el peor escenario, pero contrario a todo lo que pudo imaginar él chico solo se digno a seguir con su trabajo como si nada.
—Eso es normal Jeongin, a todos les gusta Hyunjin— dijo con toda tranquilidad—él es posiblemente el chico más atractivo que e visto en mi vida, es agradable y bastante inteligente, no te sientas mal si te gusta, no tiene sentido.
Con una mirada pérdida quedó pensando en lo que su amigo le había dicho "a todos les gusta Hyunjin" era verdad que el mayor era muy popular pero nunca se dió cuenta que tanto lo era hasta ese momento en donde escuchó a Jisung describirlo como si fuera el diamante más precioso del mundo... Como si a él también le gustara Hyunjin. Oh no, de nuevo esa sensación de tener avispas en la garganta.
—Entonces ¿A ti te gusta él?—cruzó los dedos para que dijera "no", de no ser así, sería como esas novelas dramáticas que a su madre le encantaba leer en dónde las dos amigas peleaban por el príncipe... Espera ¿Que ridiculeces estaba pensando?
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Narciso// Hyunin
FanfictionDe entre todas las personas del país, la belleza del jovén Hwang Hyunjin era inigualable, tanto que ni la más pura de todas las doncellas podía comprarse en hermosura con siquiera uno de sus dorados cabellos. Lamentablemente el jovén Yang Jeongin ha...