Capítulo Dos

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"Está vez... No abras la puerta"

Jeongin acariciaba el cabello de su hijo para que este se logrará calmar y así descansar.

–Minnie... pequeño.—Llamó Innie con un tono delicado.—Tranquilo... tú papá Jinnie había tenido un mal día en el trabajo, es todo... No quiso golpearme, simplemente se le fue de las manos.

Minnie negó mientras seguía soltando las gotas saladas que mojaban sus mofletes, no creía en las palabras de su papá Jeongin.

–¿P-Puedes quedarte aquí, papi?—Mencionó con voz temblorosa. Jeongin guardó silencio, no podía aceptar la propuesta de su pequeño, debía volver con Hyunjin para tratae de solucionar las cosas.

–No puedo, mi niño. Debo regresar con tu padte y tú debes dormir, mañana tienes clasee y no querrás llegar tarde ¿No es así?—Trató de bromear para tranquilizar un poco el ambiente.

–Pa-api... te lo pido.—Expresó y ahí vokvió aquel llanto que destruía a Jeongin por dentro.—T-Te puede volver a g-golpear y n-no quiero eso ¡Papá es nuy malo, n-no te merece!—Dijo aferrándose a su padre.

–Minnie, amor... duerme ¿Si?—Jeongin pidió y acunó las mejillas de su hijo en sus manos para darle un beso en la frente.—Todo se soluciónará.

Jeongin se levantó aún con Minnie en brazos, haciendo que el infante enrrollara sus piernas en su cadera. El mayor se dirigió a la cama del pequeño con cuidado, ya que su otro pequeño TaeHyung, estaba profundamente dormido mientras abrazaba su peluche de conejito.

Agradecía que su pequeño Tae tuviera el sueño pesado. Puso a Minnie en la cama con cuidado. Al principio el infante pensó que su padre se iba a acostar con él; pero cuando lo escuchó decir "Buenas Noches, Pequeño" y un "Esta vez... No abras la puerta", su pecho dolió.

Minnie se levantó lo más rapido posible de la cama para tratar de abrir la puerta, pero esta tenía seguro. Jeongin fue a la habitación que compartía con Hyunjin con temos y nerviosismo.

–Jinnie, necesitamos hablar.—Pidió, el mencionado lo único que hizo fue negar e ignorarlo.—Jinnie, esto es importante.

–Yá cállate, Jeongin

–Hyunjin ¡Nuestro hijo está asustado, debemos arregalr esto!

–¡Yo nunca quise tener a ese par de mocosos! No es mi culpa, es la de ellos.

–¡No hables así de ellos! ¡Ellos no son los culpabres de nada de esto!

Mientras los adultos discutían por segunda vez en la noche, Minnie trataba de abrir la puerta mientras sollozaba.

La casa Hwang se estaba tornando en su desastre total.

VIOLENT ; HYUNIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora