Miraba la pantalla de su celular, no miraba nada, solo observaba la hora, no era tan tarde pero él ya estaba recostado sobre su cama.
Se tomó una foto que de inmediato subió a sus redes sociales, demasiadas personas admirando a su falso yo. Colocó el celular en la mesa de noche a la par de su cama y se puso de pie.
Mientras el té hervía sentía un dolor punzante en su pecho. Las cosas no estaban del todo mal, estaba en tratamiento pero aun así le tenía miedo al futuro.
Era cobarde para enfrentarlo de frente, incluso si Yibo estuviera dispuesto a apoyarlo sentía que seria una carga para él.
Lo amaba, y era precisamente por eso que no quería eso.
Sin darse cuenta sus ojos se humedecieron y nuevamente sentía ese liquido recorrer sus mejillas. Ya había decidido que seria mejor terminar con todo.
Quería despedirse de Yibo por ultima vez, pero ya se despidió de el esa misma tarde. Lo extrañaba, se abrazó a si mismo sintiendo frio. No se lo merecía, Yibo necesitaba a alguien mejor.
Comenzó a dolerle el pecho de manera punzante, se limpió las lágrimas, no quería que su cadáver se viera tan deplorable, no; el debería de ser perfecto incluso muerto.
Pero el dolor en su pecho no cedía con nada, así que tomó un cuchillo y sin dudarlo se cortó ambas muñecas, procurando que no fuera profundo, solo un pequeño corte para amortiguar el dolor de su pecho, pero sintió que había cortado demasiado.
Ver la sangre recorrer sus muñecas y caer al suelo con un pequeño ardor lo calmaron, se limpió las lagrimas y con el té ya listo, comenzó a sorberlo en pequeños sorbos, hasta terminarlo.
Se recostó sobre su cama tapándose hasta su pecho viendo el techo.
Aun nervioso, pensó en su vida, en la época donde todavía disfrutaba de ella, recordando que Yibo era demasiado engreído para él, y ¿Cómo iban a actuar juntos en un drama donde eran pareja? Pensaba que era imposible hasta que lo conoció realmente.
Fue tan fácil. Era tan fácil enamorarse de él. Él no se merecía a alguien así. Alguien tan cobarde como él no se merecía ser amado.
Los únicos lindos recuerdos de toda su vida fueron junto a Yibo.
Su corazón comenzó a latir a mil por hora de manera desenfrenada.
—Adiós...
Los medios de comunicación no se hicieron esperar al día siguiente, demasiados conocidos se acercaron para saber que había sucedido realmente sin tener la menor idea de la depresión de Xiao Zhan.
Wang Yibo no dijo ninguna palabra por mas que intentaran preguntar, su ropa llena de sangre daba más preguntas y dudas.
Meng ZiYi estaba llorando, y continuó llorando los próximos días en medios de comunicación, Yibo no sabia si fingía o solo lo hacia por llamar la atención, o si realmente lo sentía porque le tenia aprecio, ya no le importaba.
Lo único que sabia es que estaría el resto de su vida pensando y atormentándose de que pudo haber hecho más por él, quizás se tardó en proponerle matrimonio y decirle que si dejaba de cantar lo apoyaría en un restaurante.
No tenia que estar soportando lo que no le gustaba, cuando la gente probara su comida quedaría encantada.
Ya no importaba lo que las personas lo vigilaban para saber que haría a continuación.
Fue a dejarle flores todos los años, un día tan difícil rebobinando cuando lo encontró en la cama ensangrentada, sintiéndose tan desesperado e imponente por no hacer nada.
Intentando permanecer serio y frio como todas las personas lo conocen pero sus lágrimas siempre se le escapaban de su control.
—Perdóname bebé, te falle.

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Perfecto
Short StoryXiao Zhan es un idol, cantante, modelo y actor. Considerado uno de los chicos mas guapos de Asia, con una carrera exitosa y con un novio que lo ama con todo el corazón. Es literalmente perfecto. Sin embargo; no todo es como lo plantean, ser idol no...