JJ + KT una pareja apuesta e intensamente feliz. Son seguros, amorosos y orgullosos con lo que han construido.
El amanecer les golpea, cuando en un accidente de trabajo Jungkook queda paralítico y desarrolla un trauma que le dificulta el habla.
Y...
Creí que nuestro amor era eterno, pero tus golpes me enseñaron que solo era ilusiones a lo perfecto...
Hace ocho años no hubiese creído las cicatrices que me costaría amarte, solo fuí un ingenuo que te amó hasta no poder llorar más...
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- ¡Taehyungie! Ya te dije que hagas una lista para que no te olvides de nada. - Regaño el castaño mientras ordenaba los últimos pares de ropa en aquella maleta.
Kim Taehyung y Jeon Jungkook, dos jóvenes casados de hace dos años. Se conocían desde la preparatoria, cuando en un debate ambos tenían puntos de vista diferentes, y quien diría que aquella sanción por decir palabras "indebidas" en plena clase, los uniría y terminaría por una magnífica boda entre estos dos guapos hombres.
- Jungkookie, vamos amor... ¿Por qué estás tan histérico? Faltan dos días para el viaje.
- Sí, faltan dos días, pero sabes que siempre se nos queda algo, y no podemos permitirlo esta vez. Es un viaje de negocios, no de vacaciones, así que mueve tu trasero y verifica que no falte nada.
El contrario no objeto nada, pues sabía cómo era Jungkook si algo no estaba de acuerdo a sus planes. Siempre tenía que seguir una lista, un plan o algo así, pero que podía decir, si a pesar de todo amaba a Jeon, y jamás haría algo en contra de él.
Taehyung sabía que ese viaje era importante. Ambos trabajaban en la misma empresa, eran bailarines, y les habían llamado para ser parte del equipo de una estrella en su concierto de apertura, ¡Al parecer ese artista iba a ser de talla mundial! Estaban muy felices, les habían dejado un mes para entrenar, pero claramente ellos habían tomado parte de ese tiempo para celebrar tan grande triunfo. Amaban su vida, su trabajo y el amor de su hogar.
En cuanto el rubio verificó que todo estaba listo, y que no sufriría las consecuencias de un Jungkook enojado porque dejó algo, entonces, volvió a su amado estudio, una pequeña oficina la cuál ambos la usaban para reuniones, firmar contratos, sus conjuntos de ropa entre otras pequeñas cosas.
Observó aquella carta en sus manos y emitió un largo suspiro. Su niñez y juventud habían sido increíble, así que suponía ya era tiempo de "ver" la otra moneda de la vida.
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