—24/06/2023
Njáll tomó la última maleta que quedaba en el coche y se la entregó a Miyami con una sonrisa antes de cerrar la cajuela.
—Gracias —agradeció el chico antes de volver a la orilla junto a los demás.
Kazemaru se encargaba de pagarle lo debido al conductor así que Yukito se ocupó de cargar la maleta de su novio mientras tanto.
Apenas había pasado alrededor de una hora desde que habían llegado a Hoshijima, pero desde el aeropuerto debían tomar un taxi que los llevaría en un recorrido no muy largo hasta la capital, Pikomakani. Tuvieron que dividir el grupo en dos para caber en los transportes que de por sí ya estaban capacitados para llevar hasta seis personas.
—Listo, nos arreglamos ahora que lleguemos a las habitaciones —dijo Kazemaru recuperando su maleta y yendo hacia la entrada del hotel junto a los demás chicos que llevaban unos pocos minutos esperando ya.
—¿Ya está todo? —preguntó Gouenji al verlos llegar.
Hiroto fue el primero en asentir después de mirar a su alrededor, pero rápidamente fue seguido por varios otros chicos.
—Entonces vamos —dijo Endou con bastante emoción tomando el mando del grupo guiándolos hasta la recepción como si ya la conociera o los demás no supieran llegar solos.
El hotel era bastante impresionante. De por sí era de un tamaño considerable y tenía un aspecto moderno y juvenil, pero al entrar se sorprendieron aún más. Había un patio interior en la recepción que estaba lleno de plantas y estas abundaban en todas partes, pudieron contar tres pequeñas salas esparcidas en la zona, además de la pequeña cafetería que se encontraba en el lado opuesto a la mesa para registrarse.
—Que vayan Hiroto y Endou, no vamos a ir todos como si fuéramos la familia Telerín —dijo Gouenji deteniéndose en una de las pequeñas salitas provocando que los demás también lo hicieran.
—¿Y por qué no? —rio Hitoka.
—Okay, así no agobiamos a la gente —dijo Endou con una pequeña risa también—. Vamos, Hiroto, ahora venimos.
Los dos chicos dejaron sus maletas en el suelo mientras los demás ocupaban los asientos observando cómo sus compañeros iban a hacer el check-in.
—No llevamos ni cinco minutos aquí pero ya me enamoré de este hotel —suspiró Hitoka acomodándose en el sillón demostrando la tremenda felicidad y tranquilidad que le provocaba el ambiente, el edificio tan fantasioso a su parecer.
—Fue un regalo del cielo que Hiroto nos pudiera conseguir habitaciones aquí, parece como de esos hoteles de las películas —le dio la razón Mayuri mirando de nuevo a su alrededor.
—Lo que tiene ser hijo de papi —comentó Aphrodi terminando de mandar un mensaje antes de sonreír y también fijarse en la decoración—. Pero me alegro de que sea así, aunque sólo lo tengamos para el primer mes.
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𝑁𝑜𝑟𝑖 | 𝐼𝑛𝑎𝑧𝑢𝑚𝑎 𝐸𝑙𝑒𝑣𝑒𝑛 𝑂𝑟𝑖𝑜𝑛
FanfictionNo sabía qué me faltaba hasta que te conocí, ahora no recuerdo cómo podía vivir antes de eso, no sé cómo podría vivir si volvieras a irte. Olvidé que no encajo, que no soy ni blanco ni negro, ni la luna ni el sol; sólo quise volverme tu eclipse, tu...