Estoy rota...
Muy rota...
Pero no sé que pasó...
No lo entiendo...
Esas son las únicas palabras que caben en mi cabeza después de lo ocurrido, un suceso traumático del que nunca voy a poder escapar, probablemente estuviera siendo negativa pero era lo único que cabía en mi cabeza en ese momento. Mi mente se nubla con cada paso que doy, cada vez me acerco más al lugar donde pasare mucho tiempo bajo condiciones dolorosas. Estaba pensando en lo que ocurrió, en por qué no morí esa noche, solo recordaba sangre...Nada más... Nada de dolor; solo sangre, gritos y oscuridad...
—A partir de ahora te alojarás aquí—dijo mi tía sacándome de mis pensamientos melancólicos mezclados con enfado, dejándome en la puerta de mi nueva casa: un maldito psiquiátrico.
De repente, de aquella puerta sale una señora mayor que me imagino andará entre los 50 y los 60, lentamente veo como se acerca a nosotras con la intención de recibirnos.
—Buenas tardes— se presenta amablemente—ustedes deben ser la señora Méndez y su sobrina: Amelia Méndez.
—Buenas tardes—saludó mi tía—sí, soy su tía y esta es mi sobrina Amelia.
—Bueno Amelia—dice ahora la mujer dirigiéndose a mí—yo soy Rosa, la directora del psiquiátrico, bienvenida—yo solo asentí y al cabo de unos segundos la mujer volvió a hablar dirigiendo la mirada de nuevo hacia mi tía—bueno, ¿os parece si entramos y hacemos todo el papeleo?, además tengo que hablar con Amelia en privado y enseñarle la que será su nueva habitación.
—Perfecto—aclaró mi tía mirando hacia mí, dándome a entender que no le gustaba mi actitud respecto a la directora del centro donde me tratarían, pero, sinceramente, me daba igual, no me iba a esforzar ni un pelo en tratar de aparentar una actitud que simplemente ahora no me sale mostrar, lo único que me había propuesto era salir de este psiquiátrico de una pieza y curado mentalmente, si eso era posible porque, sinceramente, no confío en la labor de estos centros.
—Entones síganme—dijo por fin la señora para por fin dar media vuelta y dirigirse hacia la puerta principal con nosotros detrás, tenía dos guardas y dos cámaras de seguridad, ahí me di cuenta de lo vigilado que estaba este sitio.
Cuando entramos fue como un cambio de ambiente radical, el aire olía a desodorante—al menos la gente se asea—pensé. Entonces nos dirigimos a un mostrador en donde mi tía se encargó de hacer todo el papeleo, mientras, yo me entretenía en observar el lugar: el hall tenía un ambiente un tanto acogedor con paredes oscuras y una moqueta granate distribuida por todo el suelo y, en el fondo a cada lado, unas escaleras ya con un aspecto un poco más desagradable y descuidado.
—Pues ya estaría—terminó de decir la tal Rosa—puede despedirse de su sobrina y a continuación yo la guiaré hacia su nueva habitación—mi tía asintió y me miró:
—Cariño, quiero verte bien, aprovecha y recupérate, aquí estarás bien.
Yo solo asentí y le di un abrazo, no es que el suceso me hubiera dejado un trauma como para no poder hablar, pero las palabras no me salían, estaba demasiado cansada mentalmente como para decir una sola palabra hoy: mañana sería otro día o al menos eso esperaba.
—Bien—dijo la directora—ya puede irse tranquila, aquí está en buenas manos—dijo despidiéndose de mi tía, a continuación, se dirigió a mí—por aquí Amelia—mencionó mientras me guiaba hacia la escalera de la derecha.
La seguí silenciosa, no quería llamar la atención de nadie, entonces la directora empezó a hablarme:
—Bueno Amelia, voy a empezar con contarte un poco como funciona el centro: este ala es el de las chicas, por lo tanto podrás deducir que el otro ala es el de los chicos, a la cual está terminantemente prohibido ir siendo chica y lo mismo pasa con este ala—dijo soltando una mínima risita, como se nota que está aquí como directora y no como paciente—también tenemos la cafetería al atravesar una puerta que se encuentra en el vestíbulo—prosiguió—los baños están en los pasillos, hay dos en el de chicas y dos en el de chicos, podrás recibir visitas si tu comportamiento es adecuado y por último al final de cada pasillo hay un último edificio anexo al que también está terminantemente prohibido ir siendo tú.
La miré extrañada ante ese último comentario, a lo que ella me miró risueña y aclaró:
—Tranquila, me refiero a que ese edificio es para las personas con trastornos más graves y se consideran peligrosas para ellas mismas o para su entorno, por eso están apartadas y requieren de mayor seguridad, nada más—entonces yo aparte la mirada de ella ya más aliviada pero con cierta curiosidad por saber que tipos de trastornos había en esa zona.
Después de un largo camino, llegamos a la que sería mi habitación—la última del pasillo, como no—la directora me tendió unas llaves que supuse que habrían la puerta y explicó:
—No las pierdas y ten cuidado con ellas— dicho eso yo asentí y me dejó sola frente a la puerta.
Después de verla alejarse abrí la puerta y entré en la habitación:
Nada más entrar sentí un frío escalofriante, era de todo menos acogedora, con paredes de un azul eléctrico, un techo blanco y un suelo de madera oscura. La cama estaba en una esquina y en otra se encontraba un pequeño escritorio. También me fije en una puerta que supuse sería la del baño, sin pestillo obviamente, supongo no querrían suicidios importunos. En terminando de examinar la habitación me dirigí a la cama, al lado me encontré con una ventana y un armario. La ventana, como no, tenía rejas y en la puerta del armario había un pequeño foyeto con las normas del psiquiátrico:
NORMAS DE PSIQUIÁTRICO BELLA VISTA:
Para ingresar al Psiquiátrico Buena Vista los pacientes deben tener entre 16 y 20 años.El uniforme reglamentario (que el interno encontrará en su armario), debe ser utilizado día a día sin excepciones, cada interno tendrá dos, cada uno para cuando el otro se esté lavando.Está terminantemente prohibido salir del recinto del edificio.Hay horarios para todo y están dictaminados por un timbre, cada interno debe aprenderse su horario que encontrará en la mesita y dónde deberá estar a cada hora.Los muros externos están vigilados y controlados, cualquier intento de fuga o motín será castigado debidamente.Hay un ala femenino y otra masculino, está prohibido acceder a la del sexo opuesto.No acceder a ningún dormitorio que no sea el suyo propio.
FALTAS GRAVES:
Celebrar fiestas sin permiso.Intentos de fuga o motines.Incumplir el horario.Incumplir cualquiera de las normas anteriormente dictadas.
En terminando de leer solté el folleto y abrí el armario donde me encontré mi nuevo uniforme, que, para ser de un psiquiátrico estaba bastante a la moda: unos playeros tipo Adidas pero no de marca con unos calcetines blancos con dos rayas azules que llegaban casi a la rodilla, después una falda lisa azul marino no muy larga—echo que me sorprendió—y una camisa blanca con un pañuelo del mismo color que la falda para el cuello. Después de estos habían otros dos uniformes que supuse serían para los días de deporte, que consistía en un pantalón de chándal gris con el escudo del psiquiátrico en una pierna y una sudadera de cremallera también con el escudo a un lado.
En cuanto dejé de examinar minuciosamente mi nuevo uniforme—el cual no me disgustaba—me acerqué a mi mesita, en la cual encontré mi horario, tanto el de vacaciones como el que tendría que usar durante el curso porque, como no, tendría que seguir con mis estudios desde aquí.
Luego miré mi reloj, eran las 23:14, supongo llegaría aquí hacia las 22:45 y por eso no había ni un alma por los pasillos del psiquiátrico pero dejé a un lado esos pensamientos para proceder a quitarme mi ropa y ponerme el pijama, según mi horario mañana tendría que estar en pie hacia las ocho de la mañana psique más me valía dormir un poco.
Terminé de ponerme el pijama y me acosté en mi cama y en cuanto lo hice volvió esa sensación de soledad y angustia mezclada con recuerdos que amenazaron con sacarme unas lágrimas pero justo cuando comenzaban a salir alguien tocó la puerta haciendo que me sobresaltase y entonces vi como una hoja se deslizaba por debajo de la puerta, un poco desconcertada fui y me dispuse a abrir la puta notita y lo que me encontré no me gustó para nada.
—
¿Os parece que la historia va muy lenta?
En verdad yo creo que va bien y esta bien introducir el ambiente y la situación pero no se preocupen que pronto se pondrá interesante.
Opiniones->
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JUEGO SIN SALIDA
Детектив / Триллер--¿Todo esto fue un juego? Era imposible... --pensó primero Amelia... --Pobrecita, que ilusa--pensó entonces el monstruo que la acechaba. Pero lo que ninguno sabía era que Amelia tenía ángel de la guarda propio y la protegería para siempre.