Parte 8 ¿Problemas?

313 27 8
                                    


Realmente quería quedarme con Hawks, acurrucarme bajo las cobijas con él, poder abrazarlo y dormir a su lado pero el trabajo llamaba, ya iba tarde así que no tenia de otra. Abrí recibiendo al primer cliente, siempre puntual, un señor de unos 50 o más, de traje, con el ceño fruncido probablemente por la tardanza pero igualmente entró y se dirigió a la misma mesa del fondo de siempre.

-10 min tarde jovencita- habló un voz grave, si fuera la primera vez que la escuchaba pensaría que estaba molesto pero sabía de antemano que simplemente así era su voz de mando.

-Lo siento señor Zai- respondí sin más, limpiando su mesa a lo que su agua se calentaba para su café.

-Deberías tener cuidado, a pesar de la hora sigue habiendo muchos ojos curiosos y más cuando un montón de plumas rojas te acompañan.

-Eso no debería interesarle.

-Es peligroso y no lo digo porque él sea un héroe, sino por lo que tú eres.

-No sé a lo que se refiere- comente entrecerrando los ojos hacia el adulto terminando de preparar su bebida- señor Zai.

-Claro que lo sabe jovencita, gracias a ello tu padre ya no está aquí.

-No se atreva a hablar de mi padre cuando fue él quien lo ayudo tantas veces- me acerqué para entregar el pedido.

-Y tengo una enorme deuda, por eso vengo aquí todos los días- le dio un pequeño sorbo a su bebida- excelente sabor, como siempre.

-No creo que su deuda sea saldada con sólo venir a tomar café todos los días, no me meta en sus asuntos, no soy igual a él.

-No, eres mejor y por eso me interesas.

-Me niego, no cometeré el mismo error que él- continúe hablando en forma neutral mientras limpiaba el lugar.

-Pero si ya estas siguiendo los mismos pasos- no le respondí, sólo le envié una mirada acusatoria aunque sabía que en parte tenía razón, al no recibir respuesta continuo- ¿él no lo sabe, cierto? No sabe quién eres en realidad, no sabe en lo que se mete al estar contigo y aun así le abres la puerta de tu hogar- se detuvo para darle un trago largo a su bebida- lo pones en peligro jovencita.

-No está en peligro, ya le dije que no me comparé con mi padre y si sólo viene aquí en una especie de saldar deudas pasadas le pido que deje de hacerlo. Si continua haciéndolo se pone en peligro también, los grandotes de afuera no creo que sean de mucha ayuda tomando en cuenta quienes lo buscan.

-No sabes nada, niña- aumentó un poco su voz molestó terminándose su café de un solo trago.

-Se equivoca, se más de lo que se imagina- respondí divertida con una sonrisa superior en mi rostro- si usted sigue libre es gracias a mí, sólo es un peón más de quien realmente controla todo y es a él, quien gobierna todo el que realmente me interesa- el señor se levantó dándole un golpe a la mesa, con una mirada furiosa de mil demonios tratando de intimidarme, cosa que no logró- no puede hacer nada en mí contra, lo sabe bien.

Caminó con pasos pesado en dirección a mí, me encontraba limpiando la barra y preparando una bebida extra así que esta nos separaba.

-Gracias por el café- dijo sin más entregándome el doble del valor de este- deberías cuidar a tu juguetito de haya arriba, a ti no podremos ponerte un dedo encima pero que tal se vería un pollo desplumado.

-Ni siquiera lo piense, si se atreve a ponerle un dedo encima a Hawks, usted y su gente desaparecen.

El señor comenzó a caminar en dirección a la salida, abrió la puerta y cuando estaba a punto de retirarse se giró hacia mí una última vez.

Sueños Tóxicos 2.0 Hawks y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora