Sueños Tóxicos 2.0 Hawks y tú

Parte 11 Reencuentro nada usual

Las luces neón alumbraban todo el lugar, colores rosas y amarillos adornaban el escenario principal donde desfilaban varias mujeres con poca ropa para sacar todo el efectivo que podían a las personas abajo de ellas, varios sillones con escenarios individuales estaban del lado derecho para personas que podían pagar el que una hija bailará sólo para ellos, un pasillo largo de ese mismo lado daba paso a cuartos individuales para aquellos que prefería más privacidad y placer, música erótica resonaba por todo el lugar, una canción de Exo logré identificar, del lado izquierdo se encontraba una barra alumbrada con luces verdes, este era atendido por mujeres y hombres con atuendos brillantes parecidos a los de las mujeres que bailaban sobre los tubos metálicos, ahí se encontraba nuestra primera compañera infiltrada, así que con disimulo, fingiendo ser un cliente más me acerque a ella para pedir un trago.

-Un manhattan, por favor!- pedí con un guiño a la barman con traje de verdes lentejuelas, la cual entendió el mensaje en clave para saber que también era agente encubierto.

Eran pasadas las 11 de la noche, el lugar estaba en su punto de mayor auge de clientes regulares, perfecto para que yo y otros compañeros ingresáramos sin llamar la atención y acomodarnos en nuestros lugares para el ataque.

De pronto las luces se apagaron en un pequeño silencio que desapareció gracias a los chiflidos y vitoreo de los clientes que sabían lo que se acercaba, de pronto las luces del escenario principal se encendieron en un amarrillo revelando a una chica pelirroja con un vestido largo color rojo lleno de lentejuelas que brillaban gracias a la iluminación, completamente pegado resaltando sus curvas, con escote y un corte en su pierna izquierda que llegaba hasta sus caderas mostrando parte de su piel.

Le di un sorbo a mi trago ignorando completamente el espectáculo hasta que está comenzó a cantar, reconocí el tono de voz a pesar de que cantaba en otro idioma, voltee inmediatamente evitando toser gracias a la bebida en mi boca y efectivamente, ahí estaba ella sobre el escenario deslizando una pequeña pluma dorada que sostenía con una de sus manos seductoramente sobre su pierna descubierta, el cabello era de diferente corte y color, tenía unos pequeños tatuajes sobre su cuerpo que no alcanzaba a distinguir si eran reales o falsos, su altura era diferente gracias a los enormes tacones de plataforma que traía puestos, pero era ella, la persona que más quiero y que desapareció de mi vida hace más de 5 años, seguía igual de hermosa y el maquillaje con brillos resaltaba su rostro de manera perfecta, quede completamente embelesado en su baile, en como otras dos mujeres vestidas de conejitas desprendían de su cuerpo aquel vestido rojo para dar paso a una lencería de diamantes, en su dulce voz cantando en coreano, en la forma en que subía y bajaba de ese tubo en perfecta parsimonia, por un momento olvide la misión, estaba a punto de pararme para correr hacía ella hasta que una voz conocida me trajo de vuelta.

-Cierra la boca o se meterán algunas moscas- comentó divertida la barman detrás de la barra limpiando un par de copas- si tanto es de tu agrado puedes pedirla- concluyó guiñándome un ojo.

-¿Cómo?- pregunté sin despegar mí vista de su cuerpo en el momento exacto que nuestras miradas se encontraron, vi un pequeño gesto de asombro pero esta prosiguió en movimientos seductores sobre el tubo.

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Estaban a punto de ser las 12, momento exacto en el que comienza mi show, parte del trato con madre era esto junto con privados a clientes que pudieran pagarlo, claro que en el privado se incluían otro tipo de servicios que en parte agradecía que fueran pocos los que podían pagarlo pero eso no me salvaba de los "favores" que le tenía que hacer a los amigos de madre sin retribución alguna, gracias a estos trabajos adicionales se le permitió a mi "hermana real" trabajar únicamente atrás de la barra, todo con la finalidad de mantener su integridad lo más intacta posible.