O5

16.9K 1.6K 341
                                    

Jisung caminaba en círculos por todo su cuarto, buscando las prendas que había preparado para ese día en específico.

Pensar en el conjunto le había llevado cerca de dos semanas completas, cuando Minho le había invitado a una comida en un restaurante de lujo. Su ansiedad le había provocado una mini crisis acerca de cómo vestirse, imaginando cientos de escenarios en los que el azabache o él mismo se declaraban al otro.

Llevaban cerca de nueve meses en una extraña relación, donde los elogios, besos y salidas eran usuales. Sin embargo, ninguno de los dos cedía para confesarse.

Quizá era el orgullo alfa de ambos el que les impedía expresar sus sentimientos de una vez. Por lo que ambos estaban atentos el uno al otro para el momento en que alguno de los dos rompiera con aquella competencia silenciosa.

Han ya no estaba dispuesto a seguir con tal situación, por lo que se había mentalizado que esa noche sería capaz de confesarse. Si Minho lo rechazaba, se quitaría un peso de encima de estar constantemente preocupado por pensar si realmente le interesaba.

Suspiró para tranquilizarse y buscar con más calma el outfit. A los pocos segundos logró captarlo en el desorden que tenía.

Con prisa, se acercó a este y se cambió apresurado. La hora en la que habían acordado juntarse era en treinta minutos, por lo que solo agarró su celular y salió de la casa para subirse al metro.

Debido a que el trayecto fue rápido, pudo estar a tiempo frente al restaurante, que se veía grande y elegante.

Sintió un poco de nervios; debido a que era un alfa su familia tenía status y había ido a muchos lugares de calidad, pero ninguno a los que había asistido se comparaba en lo absoluto con el enorme edificio que se cernía sobre él.

Dio leves pasos hasta la entrada, dando su nombre a la encargada de recibir a los clientes para la mesa que Minho había reservado.

Lo guiaron hasta una mesa apartada y más exclusiva que los demás, donde pudo visualizar la espalda del azabache.
Han sintió el aura cortante que Minho emitía, percibiendo las feromonas fuertes e inaccesibles.

Con cierta timidez tocó su hombro y rápidamente el estado del pelinegro cambió, reemplazando su actitud fría a una sonrisa afectuosa.

—Por fin llegaste, —le susurró, curvando sus labios, —¿Realmente está bien que no te haya enviado un auto a recogerte? —preguntó con cierta preocupación.

Jisung hizo un gesto restando importancia. Minho le había estado insistiendo en llegar por él hasta su casa, pero él se había negado porque no lo necesitaba.

—Está bien, Lino. —El contrario suavizó su expresión, asintiendo.

A pesar de que la marca temporal se había desvanecido desde hacía bastantes meses, sus emociones parecían crecer con más intensidad, llegando a preocuparse y alegrarse más por el contrario por cualquier tipo de situación.

En sí, el que sus emociones estuvieran entrelazadas era algo fuera de lo normal entres dos alfas, pero Minho al ser dominante era capaz de lograrlo. Por ello, desde la primera vez que se habían visto él había reaccionado a sus feromonas: una respuesta esperada luego de que Lino le rodeara con estas.

Y a Han aquello le gustaba.

—¿Qué es lo que vas a ordenar? —Jisung se quedó pensando, dudoso.

No había prestado ninguna atención al menú, todo el rato solo se había enfocado en el pelinegro frente a él, que le hablaba de diversos temas y le sacaba risas con ellos; por lo que dijo el primer plato de la carta.

Cuando las órdenes estuvieron listas, quedaron solos una vez más, contemplándose entre sí en un cómodo silencio.

Jisung ya no podía esperar más, necesitaba respuestas. Estaba decidido a confesarse por fin.
No obstante, primero contempló sus opciones; si se declaraba y le pedía ser su novio y Minho aceptaba, el resto del día sería de color de rosa. En cambio, si lo rechazaba, saldría del restaurante antes de que la comida llegara y quedaría con el estómago vacío.

Encogió los hombros, si aquello terminaba en rechazo iría a un puesto de la calle a comer mientras lloraba. No sonaba tan mal. 

Decidido, empezó a abrir la boca, llamando a Minho: —Lino. —Sin embargo, al unísono, la voz del contrario mencionó su nombre.

Se miraron sorprendidos, con cierta diversión.

—Está bien, dime tú primero. —Habló primero Han, instándolo.

—Jisung, hemos estado nueve meses pasando tiempo juntos y realmente te quiero. Sinceramente, ya estoy harto de no expresarme. Tú… ¿Quisieras ser mi novio? —No era de extenderse mucho, por lo que fue al punto, observándolo fijo.

El alfa entreabrió la boca, asombrado.

—S-sí, quiero ser tu novio. —Habló con voz firme, tratando de contener su emoción. —De hecho, estaba por preguntarte lo mismo, yo-

Minho cortó sus palabras, levantándose de su silla y acercándose hasta él para besarlo. Sostuvo su rostro con delicadeza, tirando levemente de su labio inferior y saboreando su boca.

El corazón de Jisung latía a toda velocidad, sin poder creer lo que sucedía.
Siguió el beso del azabache hasta que tuvieron que separarse en busca de oxígeno, apoyando su frente en la del contrario.

—¿Ahora sí me dejarás colocar mi marca en ti? Y esta vez no temporal. —Murmuró, exhalando aire que chocaba contra los labios del más bajo.

Han sonrió, asintiendo. Minho también lo hizo, feliz de tener permiso para morderlo en algún futuro cercano.

Se escucharon los pasos de los meseros que se detenían en su mesa y con rapidez y eficiencia dejaban todos los platos, ignorando la muestra de cariño.

Jisung se sintió avergonzado, rara vez las personas mostraban afecto público, por lo que la timidez lo embargó, escondiendo su rostro en el cuello de Lino.

Escuchó la leve risa que soltó Minho debido a su reacción, enternecido con aquella acción suya.

Oficialmente, Bite está finalizado,AAaAAA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Oficialmente, Bite está finalizado,
AAaAAA.

Espero que esta mini historia
les haya entretenido <\3

Muchas gracias por sus votos
y comentarios, me hacen muy feliz💖

Pronto vendrán
nuevos proyectos;)

bite ⇉ minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora