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Seishu inui es es un chico de 24 años, el cual tiene muchos problemas. Hace más de tres meses que terminó la universidad y aún no ha encontrado trabajo, vive con su hermana Akane y con el novio de esta pero aunque su hermana no se lo ha dicho, sabe que su presencia ya empieza a incomodar. Así que ha decidido buscar cualquier trabajo, en serio, cualquier trabajo. Siempre y cuando no afecte su integridad física, claro está.

Es por ello que en este momento el rubio se encontraba enfrente del inmenso edificio del corporativo BD; el día de ayer viendo el periódico vio que buscaban un asistente así que no perdió el tiempo e hizo una cita. Así que esta mañana se puso sus mejores ropas, las cuales consistían en un pantalón de vestir negro, una camisa blanca y encima un chaleco holgado color crema. Él sabía que se veía lindo porque antes de irse Akane se lo dijo.

Entro por aquellas enormes puertas y se dirigió a recepción. — Sube al último piso, ahí te estará esperando la secretaria — agradeció con la cabeza y fue hacía donde le indicó la chica, al llegar al piso, pudo ver a una chica de cabello rojo.

— Buenos días, vengo a la entrevista para ser el asistente del señor Sano — dijo Seishu, la chica le dio una mirada que el ojiverde no supo identificar pero decidió no hacerle tanto caso. Esta le indico que esperará en el sofá mientras que ella iba a avisarle a su jefe, unos 5 minutos después la chica salió y lo dejo entrar a la oficina del dueño de la empresa. Cuando ayer Inupi vio que se buscaba un asistente para el dueño de la empresa BD le sorprendió un poco porque sabía que esa empresa era muy exclusiva. El rubio decidió no pensar en eso y entró a la oficina, frente a él había un enorme escritorio y tras él había una silla viendo hacia la ventana, Inupi supuso que tras esta estaba el que posiblemente sería su nuevo jefe.

Se acerco lentamente hasta sentarse frente al escritorio, Seishu realmente pensaba que el dueño de BD era un viejito de unos 60 años, en serio lo creía, pero nunca esperó que cuando la persona que estaba sentado en la silla se dio la vuelta para quedar frente a él vería a semejante hombre. ¡Era exactamente su tipo! cabello negro, de cuerpo delgado pero musculoso y ojos totalmente negros, Seishu estaba seguro que si ese hombre le sonriera él caería muerto por un ataque al corazón.

—  ¿Cómo te llamas?

— Seishu Inui

—  ¿Cuántos años tienes?

—  Veinticuatro — dijo el rubio mientras le entregaba su currículum a Shinichiro, este le dio una pequeña hojeada y siguió cuestionándolo.

— Veo que te especializaste en pedagogía. ¿por qué estas pidiendo trabajo como asistente?

— Bueno... es que necesito el trabajo, señor.

— Comprendo, Inui. Tengo que decir que este puesto no es de asistente, solo lo publicamos así porque el verdadero trabajo es confidencial — Seishu por un momento creo miles de escenas para nada bonitas cuando el pelinegro dijo eso pero se calmo un poco cuando exclamo: — en realidad... ¿estás interesando en ser mamá por contrato?

— ¡¿Qué?!

— Si aceptas el trabajo, solo tendrás que cuidar a dos niños, de 5 y 3 años como si fueras su mamá. Se que eres un doncel por tu complexión así que no se te hará difícil además de que te especializaste en pedagogía.

Seishu se quedó callado con lo que el pelinegro le dijo, no sabía que decirle. La verdad le daba curiosidad saber porque quería a alguien que cuidara a unos niños como si fueran sus hijos pero sentía que sería muy chismoso si le preguntaba. Por otra parte, necesitaba dinero para rentar un departamento y por fin independizarse, así que no estaría mal aceptar el trabajo, además, como dijo Shinichiro, él se especializó en pedagogía.

— Bien, lee el contrato y después me dices tu decisión — le entregó unos papeles y el rubio se dispuso a leer:

1.- No puedes terminar con el contrato antes de la fecha estipulada.

2.- Debes vivir en la casa con los niños.

3.- Cuidar a los niños como si fueran tuyos.

5.- El contrato tiene una duración de 2 años.

6.- Si acepta, se le dará un salario de 2 mil dólares

Había más reglas pero Inui solo leyó esas, ya que la cantidad que había ahí era un poco grande para él, se imaginó con lo que haría con ese dinero y no pudo evitar emocionarse. Tenía claro que iba aceptar, después de todo no iba a encontrar otro trabajo con tan buena paga...

— Acepto, pero primero me gustaría conocer a los niños y que ellos me aprueben, no me gustaría tener una mala relación con ellos.

Shinichiro se sorprendió un poco al escuchar eso, de todas las personas que habían ido por el trabajo el rubio era el primero que se preocupaba genuinamente por sus hijos, eso le dio buena confianza así que acepto. — Me parece bien, mañana a las 10 un auto pasará a recogerte a tu casa para que puedas conocer a los niños.

— Bien — Seishu le dio su dirección y salió de la oficina. Mientras que su corazón se emocionaba por conocer a esos niños.


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Hola gente bonita!!

el otro día se me ocurrió esta historia porque casi no hay fanfic's con temática ShinInu, así que que decidí publicar algo de ellos porque se me hacen muy lindos. Espero que les guste <3. También una disculpa si hay faltas de ortografía.

Los personajes tendrán un poco de ooc pero muy leve.

xoxo

Siendo mamá | ShinInuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora