𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨

110 8 0
                                    

Le sonreí y entramos en su casa.

Cuando bajé a su cuarto me di cuenta de que su habitación era el sótano, no había cama, solo un sofá.

ー Bonita habitación– alagué y el agradeció.

Entonces Stanley puso la canción Fly de Bloodwich.

ー Valla, cintas VHS– dije sorprendida.

ー Es el mejor medio audiovisual– contestó seguro.

ー Que va, eso no es verdad– reí.

ー Me refiero a que es tan cutre que se aprecia mucho.

ー Lo que digas– volví a reír, las cosas que dice este chico no tienen ni pies ni cabeza.

ー ¿Quieres uno?– preguntó sacando un cigarrillo.

ー ¿Es María?– el asintió y la acepté.

(...)

ー ¿Qué prefieres ser un águila o una medusa?– ambos estábamos tirados en el suelo bastante drogados.

ー Eso no es una pregunta– contesté yo.

ー ¿Y por qué no?– giró su cabeza para verme.

ー Un águila, obvio– los dos reímos, a estas alturas todo nos hacía reír.

ー Vale, venga, ahora tu– me dió paso a hablar.

ー ¿Qué preferirías, tener super poderes o- – me interrumpió.

ー Pongo la mano en el fuego a que todos elegirían super poderes– apostó.

ー Y, ¿cuáles escogerías?– volví a preguntar.

ー A mi, lo que más me gustaría es ser un metamorfo, pero no en plan para meterme en el baño de las chicas ni nada pervertido, me gustaría convertirme en una medusa mega gigantesca– contestó y reímos fuertemente.

ー ¿Por qué te gustan tanto las medusas?– cuestioné cuando controlé mi risa.

ー Leí que cuando los humanos se auto-destruyan el planeta no será de las cucarachas, si no de las medusas.

ー Vamos a convertirnos en el puto planeta de las medusas– dije yo.

ー Sí, y yo seré su líder y nos zepillaremos a las cucarachas y atravesaremos el profundo océano.

ー Venga, te toca– volví a hablar.

ー ¿Qué preferirías, contarme tu secreto más inconfesable o- – ahora le interrumpí yo.

ー Vale, te lo contaré, pero no sé lo digas a nadie– me senté.

ー Vale, te lo prometo– dijo copiando mi acción.

ー Tengo espinillas en la barriga– confesé.

ー Espera, ¿enserio? ¿por qué?– río.

ー Yo que sé, las tengo y ya.

ー A ver, enseñalas– dijo curioso.

ー No, son repugnantes– dije haciendo una mueca de asco.

ー Fijo que yo te gano– entonces se dió la vuelta, se quitó la camiseta dejando ver un montón de espinillas en su espalda.

ーAlto ahí Stanley Barber– me levanto y me quito la camiseta dejando ver las espenillas.

Puagh, que asco– ambos reímos.

Nos íbamos acercandonos poco a poco, tanto que nuestras respiraciones chocaban.

𝗲𝘃𝗲𝗿𝘆𝘁𝗵𝗶𝗻𝗴 𝗶 𝘄𝗮𝗻𝘁𝗲𝗱━━ 𝗌𝗍𝖺𝗇𝗅𝖾𝗒 𝖻𝖺𝗋𝖻𝖾𝗋 ִֶָDonde viven las historias. Descúbrelo ahora