𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞

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ーJoder, tengo miedo, pero del bueno, como si fuera ha hacer paracaidismo por primera vez– dijo Dina frente la casa de Ricky.

ーYo no tengo miedo del bueno– Syd habló.

ーMe siento como si nos fueran a comer unos lobos, unos lobos borrachos y críticones– opiné yo.

ーNos irá bien, pero ojalá pudiera ingectarme vodka por las venas– resopló la pelinegra.

ーPues resulta que tengo esto– Sydney sacó una petaca de su bolsillo.

Las tres bebimos y entramos.

ー¡Hola Lola! Bienvenida al desmadre, hola Dina– nos recibió el anfitrión.

ーHola– saludamos las dos.

ーY tú eres– señaló a Syd– no me lo digas, lo sé...

ーSydney– contestó ella incómoda.

ーSabía que empezaba por S. Que lo paséis bien– Ricky se fue.

ーVamos a entrar ahí– Dina señaló un montón de gente.

ーMejor no nos separamos– dijo la pelirroja agarrandonos de la mano a cada una.

Bailamos, jugamos al Birra-Pong, comimos pizza, jugamos al futbolín...

Hasta que Stanley llegó.

ー¡Stan!– le llamé y el vino hacia nosotras.

(...)

Ahora estábamos en un sillón sentados los 4.

Estábamos hablando de estupideces hasta que sono cierta canción.

ーMe encanta esta canción, vamos a bailar– Dina nos agarró a mi y a Syd de la mano.

ーYo no quiero bailar– dije.

ーVenga, por fa– hizo un puchero.

ーLo siento pero no– rechisté.

Stan y yo nos quedamos en aquel sofá viendo cómo bailaban.

ーParecen medusas bailando– el chico río de su propio comentario.

ーTu también– reí.

ーNunca me has visto bailar, yo no bailo– contraatacó.

ーYa, pero lo presiento– los dos reímos– ¿te enseño a bailar?

ーVale, pero si te piso un pie, es culpa tuya– dijo levantando las manos en modo de inocencia.

Bailamos como si fuéramos unos muñecos inchables, pero me daba igual porque estaba con Stan, con el estaba bien, hasta que Brad vino.

El y Dina tuvieron una pequeña "pelea".

Quería tomar el aire y salí a fuera.

Vi a Sydney jugando en la cancha de baloncesto, me iba a acercar hasta que Stanley se me adelantó y me escondí detrás de un árbol.

ー¿Qué haces aquí fuera?– preguntó Stan.

ーEsnifar montañas de cocaína– dijo la fémina con sarcasmo.

ーAjá, ¿Sabes que las animadoras sí que están arriba metiéndose coca?– afirmó.

ー¿Enserio? Por eso tienen tanta energía.

ーEso parece. A ver, tengo una pregunta para ti, pero no quiero presionarte en absoluto– habló nervioso.

ーVale– dijo Syd con desinterés.

ーVale. ¿Te gustaría en algún momento...? Bueno, ¿te gustaría ir al baile? ¿Conmigo?– soltó.

ーSí vale, ¿por qué no? Voy a buscar a Dina– contestó Sydney.

En ese momento mis ojos se cristalizaron y comenzé a llorar silenciosamente.

Eché a correr hasta que me perdí en el bosque, cruzé por en medio de la carrera y un coche casi me atropella, pero me dio igual.

ー¡Joder!– grité y los arboles se tumbaron, mis ojos estaban estallando a lágrimas.

Entonces del coche que casi me atropella sale Stanley.

ー¿Como has...? A ver, ¿Qué ha pasado?– preguntó incrédulo.

ーEstaba así cuando llegué– apresuré a decir.

ーNo, yo lo he visto– negó.

ーPues ya puedes guardar el secreto ¡Ni ana palabra! ¿Entendido? Prometelo, por favor– dije desesperada.

ーVale, te lo prometo– contestó.

Entonces me fui corriendo.

𝗲𝘃𝗲𝗿𝘆𝘁𝗵𝗶𝗻𝗴 𝗶 𝘄𝗮𝗻𝘁𝗲𝗱━━ 𝗌𝗍𝖺𝗇𝗅𝖾𝗒 𝖻𝖺𝗋𝖻𝖾𝗋 ִֶָDonde viven las historias. Descúbrelo ahora