𝗲𝘃𝗲𝗿𝘆𝘁𝗵𝗶𝗻𝗴 𝗶 𝘄𝗮𝗻𝘁𝗲𝗱━━ 𝗌𝗍𝖺𝗇𝗅𝖾𝗒 𝖻𝖺𝗋𝖻𝖾𝗋 ִֶָ

𝐨𝐜𝐡𝐨

ーDespierta, Lola, despierta– Peter habló y yo abrí los ojos.

ーPero si es Domingo– me quejé dándole la espalda.

ーEs lunes– se rió.

ーPues estoy enferma– me metí debajo de la sábana.

Me levanté y me puse una camiseta de Guns n' Roses de color negra con unas mayas negras y unos tenis del mismo color, hoy quería pasar desaparecido, sin herir a nadie.

Cuando bajé estaban Peter y papá desayunando.

ーHoy voy a llegar tarde, tendrás que hacer la cena– dijo mirandome.

ー ¿Por qué siempre yo?– rechisté.

ーPues porque la última vez que Peter cocinó casi quema la cocina– mi padre contestó riendo y Peter se quejó.

ーEsta vez no le prenderé fuego a nada, quiero cocinar yo, siempre le toca a Lola– habló mi mellizo.

Al salir me puse los audífonos y me puse a escuchar música.

(...)

Conseguí estar toda la mañana sin toparme con nadie, hasta que me tocó química con Stan.

ーLola– Stan me llamaba en voz baja y yo solo lo ignoraba.

ーNo me contestes pero por favor escúchame– volvió a hablar y yo me cambié de sitio y el se sentó en frente mío.

ーHe investigado y los antiguos mayas también experimentaban cosas como las tuyas y creo que lo mejor es que aprendas a controlar tu poderes.

Yo seguía sin hablarle, me ponía nerviosa, los frascos en la mesa se movían y antes de que pase algo malo me levanté para salir.

ー¿A dónde vas?– preguntó el profesor.

ーAl baño– dije para salir dando un portazo.

Cuando estaba en el baño respiré ondo varias veces y me calmé, sonó el timbre y Peter y yo nos fuimos a casa.

(...)

La tarde transcurrió normal hasta la hora de la cena, hoy le tocaba a Peter cocinar.

ー¿Qué lleva?– pregunté sentándome en la mesa.

ーPimiento, calabacín, chocolate, sal, miel, limón, calabaza, ketchup– tomé una cucharada al pensar que ya había terminado de hablar– azúcar, tomate, huevos, salchichón y algo de un bote raro que estaba en la nevera, La llamo: La Lasagna De Peter, se que no es lasagna pero no sé me ocurría otra cosa.

ーTiene buena pinta– mentí.

ーNo está muy bien echa, pero lo que importa es que lo intenté.

Esas palabras me iluminaron la mente, terminé de cenar y fui a ver a Stanley.

ーLo siento, estamos cerrando– Stan habló sin mirarme.

ー¿Puedes hacer una excepción?– pregunté.

ー¿Sabes jugar?– dijo para después mirarme y negu–¿Entonces que haces aquí?

ーVengo a hacer lasagna– di un pequeño salto.

ーEso suena vagamente sexual– sonrió.

ーPues no lo és– reí.

ー¿Entonces de qué hablas?

ーQuiero probar los superpoderes– sentencié.

Entonces Stan sacó un montón de cómics.

ー¿Esta es tu investigación?

ー¿Crees que a los que escribieron estos comics se les ocurrió por qué sí? ¿O que tuvieron experiencias relacionadas con este tema?– habló serio.

ーSimplemente se les ocurrió– me reí.

ーTienes razón, seguramente estaban hasta las trancas de cocaína, pero todos los superhéroes tienen una ejemplo a seguir, una figura ejemplar, un mentor, ¿Alguna vez te visitó alguien así?– negué.

ーPues yo seré tu mentor– dijo mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

ーVale señor Miyagui, empezemos.

ーLo primero hay que averiguar de donde vienen tus poderes, ¿Picadura de araña?– negué– ¿Moco radiactivo?– negué nuevamente– ¿Y tus padres?

ー¿Qué pasa con ellos?– pregunté confundida.

ーA lo mejor los poderes son ederitarios, ya sabes, como las espinillas de tu barriga– le fulmine con la mirada– ¿Muy pronto? Vale ya me callo.

Hicimos varias pruebas pero nada funcionó.

(...)

Estábamos cada uno a un lado del repositor de bolos.

ー¿Como estabas la noche de la fiesta? Cuando tiraste los árboles– dijo en un susurro.

ーNo los sé, era una mezcla extraña– contesté de igual manera.

ーEstabas... ¿feliz?

ーNo, vi algo que no me gustó– me tapé la cara con las manos.

ー¿El qué?

ーEl chico que me gusta está con otra, me sentía mal– confesé.

Entonces él se levantó del suelo y yo imité su acción.

ーEs normal que ese chico estuviera con otra, ¡mírate! Das pena, nadie te puede querer– dijo señalandome.

ーYa sé por dónde vas– contesté.

ーEres fea y tonta, no me extraña que nadie te quiera. ¿Pero sabes que es lo peor de todo? Qué tienes algo dentro de ti que te vence, nunca sabrás que coño es, tendrás que vivir toda la vida con el peso de no saberlo– mis ojos se cristalizaron por qué en el fondo el tenía razón, dos bolas de bolos se dirigieron a su cabeza pero el los esquivó– ¡Eso a sido flipante– el se acercó a mí pero yo lo empujé.

ーSabes que no iba enserio– de verdad que estaba dolida.

ーJoder Stanley. ¡Te podía haber matado!

Salí corriendo y llorando a mi casa.