Capítulo XXII

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Los policías hacen un gesto con la cabeza y se dirigen hacia el interior del pub. Suelto un suspiro aliviado, Tiffany y Allison me miran sorprendidas.
—Tranquilo, no te he denunciado -sonríe el joven.
—¿Por qué? -murmura Sebas confuso.
—Porque quería conocerte en persona -Max camina hacia él y lo abraza—. Ver a mi padre tan angustiado estos días ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida -se ríe.
Tiffany, Allison y yo nos quedamos boquiabiertos, ¿pero de qué va este tío?
—Venga vayamos a un lugar más tranquilo y hablemos -sugiere Max.
—No podemos, tenemos que irnos -respondo nervioso.
—¿A dónde tenéis qué ir? -me mira fijamente.
—A Linston, estamos buscando a un amigo.
—¡No me jodas! -exclama Max sonriente—. Yo estudio allí.
—¿En serio? -Sebas le mira sorprendido.
—Os guiaré, solo tenéis que seguirme con el coche -sonríe—. Y Sebas, deja de hackearme la cuenta.
El joven se monta en el coche y toca el claxon para meternos prisa. Nos subimos en su coche, nos lleva al motel, recogemos las cosas y no montamos en el coche de Sebas y seguimos a Max durante las próximas cinco horas.

Linston es una academia increíble con un campus enorme, es más grande que la ciudad en la que se encuentra. Max nos lleva hasta su piso, allí conocemos a su compañero, Laurent, el pobre ha tenido una movida rara con un amigo que también estudia aquí.
—¿Vais a matricularos? -murmura Max mientras coge unas cervezas de la nevera.
—Si Tarek está aquí, por supuesto, me quedaré con él -digo confiado.
—Yo tendría que hablar con mis padres -murmura Allison.
—Yo no -dice Tiffany—. Solo quiero despedirme de Tarek.
—Supongo que Sebas pagará la matricula con otra de sus cuentas -se ríe Max.
—Las he cerrado todas -se defiende Sebas—. No quiero que nadie más me de un susto como el tuyo.
—Ya buscaremos algo en lo que podamos usar tus dotes y ganar dinero -Max se ríe.
—Me caes bien -asiente Sebas y le da un trago a su cerveza.
—¿Cuándo iremos a Linston? -mascullo y me doy cuenta de que estoy muy nervioso.
—Mañana por la mañana -responde Max.
—¿Nos aceptarán en la academia? -murmura Allison.
—Tranquila, mi padre es el director así que colaré vuestras solicitudes entre su papeleo y ni se dará cuenta.
—¿Por qué odias a tú padre? -le pregunto intrigado.
—No es el momento para contarte esa historia -el rostro de Max se entristece.
—¿Dónde vamos a pasar la noche? -Sebas nos mira preocupado.
—Aquí, con nosotros -le responde Max con sinceridad.

A la mañana siguiente estoy desayunando con Max y el resto, salimos de su piso y nos montamos en los coches, seguimos a Max hasta la entrada de Linston, allí aparcamos y bajamos. Entre tanto adolescente es imposible encontrar a Tarek. Max alza la mano y una joven preciosa y muy educada nos saluda.
—Ella es Nora -dice Max con una amplia sonrisa.
—¿Has encontrado a tú amigo? -me pregunta con amabilidad.
—No lo veo por ninguna parte -le responde sonando tajante.
La multitud empieza a disiparse, nosotros nos quedamos allí, en las escaleras de piedra antes de la gran entrada. Tarek no ha aparecido.
—No puedo perderme la clase -musita Nora—. Lo siento -apoya su mano en mi hombro y lo estrecha con ternura.
—Si está aquí, lo encontrarás seguro -dice Max antes de marcharse con su amiga.
Tiffany se sienta a mi izquierda y Allison a mi derecha, ambas se apoyan en mi hombro, decaídas pero no tanto como yo.
—Pensaba que sería aquí -murmuro cabizbajo.
—Es aquí -me dice Sebas.
Le miro y está mirando hacia la entrada, me pongo en pie y me doy media vuelta y allí está, saliendo por la entrada, se detiene, parece confuso como si no se creyese que todo esto estuviera pasando. Tarek esboza la sonrisa más bonita que he visto nunca, baja corriendo las escaleras hasta llegar a mi, me abraza y me eleva unos palmos del suelo, me mira y me besa con pasión y dulzura a la vez.
—No me puedo creer que estés aquí -musita Tarek asombrado.
—Lo siento, tenía que haberme escapado contigo -murmuro en su oído.
—Eso no importa, estás aquí -sonríe Tarek y me vuelve a besar.
Tarek me deja en el suelo y abraza a Tiffany, los dos se miran y sonríen, Tarek también abraza a Allison y se presenta ante Sebas. Les da las gracias a todos, no puede contener las lágrimas de emoción y yo tampoco.
—Iré a buscar una forma de volver -murmura Tiffany como excusa para dejarnos a solas.
—Vayámonos al coche -sugiere Sebas.
Siento una punzada en el corazón, no quiero despedirme de ninguno de ellos, ojalá se pudieran quedar en Linston. Sebas se detiene al lado del coche, Tiffany se limpia las lágrimas y Allison, ella, se planta delante de Sebas y le besa. Tarek me mira sorprendido, yo esbozo una sonrisa placentera, Tiffany se pone a gritar como una loca y aplaudir.
—Dímelo -murmura Tarek.
—¿Qué te diga qué? -le miro sorprendido.
—Dime que me quieres -esboza esa sonrisa que me tiene enamorado.
—Te quiero -musito y Tarek se lanza contra mis labios y me besa salvajemente. Nos miramos el uno al otro y sonreímos.
No sé que nueva aventura me espera en Linston, pero sé que tengo a Tarek a mi lado, y a su lado me siento especial, querido y feliz.

La historia de Tarek y Troy continúa en CLIMAX.

Dime Que Me QuieresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora