Dime Que Me Quieres

Capítulo XV

Estoy durmiendo cuando comienza a sonar una música fuerte y que hace rebotar las paredes. La puerta de mi habitación se abre y entra Tarek.
—¿Troy estás despierto?
—No –contesto riendo.
—Eres idiota -me contesta riendo.
Tarek se mete en la cama conmigo. Nos quedamos mirándonos fijamente.
—¿Qué pasa allí fuera? -pregunto
—Están borrachos y de fiesta.
—¿Y qué haces que no estás allí?
—Prefiero estar contigo –su mano se desliza por mi cuerpo hasta llegar a rozar mi entrepierna.
—Vaya, veo que quieres otra cosa –susurro.
—Si –se acerca y me besa, su lengua juega con la mía, me mira y me muerde el labio.
—¿Oyes eso? –pregunto y a la vez le corto el rollo.
—Troy no se oye nada -susurra mientra me besa por el cuello y sigue por los hombros.
—Exacto Tarek, no se oye nada. ¿Qué ha pasado con la fiesta? -pregunto.
—Voy a ver, quédate aquí.
—¡Y una mierda! No voy a quedarme aquí.
Cojo la chaqueta de Tarek. Él sonríe y yo me muerdo el labio. Salimos a fuera y no hay nadie en el salón.
—¿Dónde coño está la gente?
—No lo sé Troy.
—Si esto es otra broma, no tiene gracia -le susurro.
—Si lo es, yo no formo parte de ella.
—Vale.
Bajamos las escaleras acompañados del crujir de la madera. La puerta principal está abierta, el volumen del altavoz está a cero. Las botellas y los vasos siguen en la mesa. Tarek llama a los demás. Yo me acerco a él, estoy muerto de miedo.
—Venga chicos no tiene gracia -digo a voces para que me oigan.
—Volvamos a la habitación –susurra Tarek.
—¿Por qué?
— La puerta de la cocina está abierta y solo la puede abrir una persona.
—¿Quién?
—Su padre.
—¿Su padre ha venido?
—Eso parece -susurra.
Le agarro la mano con delicadeza. Estoy muerto de miedo.
—Su padre, ¿sabe qué estamos aquí?
—Claro que no.
La puerta de atrás se cierra con un fuerte golpe que retumba por toda la casa. Entra un hombre alto, de pelo largo, con barba y con cara de pocos amigos.
—¿Es su padre? -pregunto asustado.
—No tengo ni idea -me susurra.
—¿Quién eres? -pregunto mientras doy un paso adelante.
—Soy el dueño de esta casa.
—El dueño de esta casa es el padre de Josh. -le contesta Tarek.
—Yo soy su hermano -nos contesta seco.
—¿Qué hace aquí? -le pregunto.
—¿Qué hacéis aquí vosotros?
—Estamos de vacaciones y Josh nos invitó a venir -susurra Tarek.
—¿Dónde está? -se nos acerca con rapidez y enfadado.
—Relájese -le dice Tarek.
El hombre mira a Tarek con una mirada asesina, lo coge por el cuello de la camiseta y lo empuja contra la pared.
—¡Que hace! -grita Tarek.
—¡Para! -grito.
Intento que le suelte pero me empuja y caigo al suelo. Vuelve a empujar a Tarek contra la pared y pone una mueca de dolor. Tarek intenta quitárselo de encima pero no puede con él.
La puerta se abre y entra Josh con los demás, Josh quita a su tío de Tarek y se lo lleva a la cocina. Les oímos dar voces y discutir, todos se miran entre ellos. Me acerco a Tarek.
—¿Estás bien?
—Sí, no te preocupes -esboza una sonrisa.

Tres días después.
Llevamos tres días en casa, tras la llegada de el tío de Josh y que nos jodiera toda la semana de vacaciones.
Estoy en mi casa esperando a que llegue Tarek. No sé que le pasará pero me ha enviado un mensaje diciendo que necesita ayuda.
El timbre suena tres veces, hay una pausa y vuelve a sonar tres veces. Es él, está aquí. Los nervios me invaden, cojo aire, respiro y abro la puerta. Allí está Tarek, llorando delante de mi puerta.