¡ Hey Extraña ! (Sans y tu)

XVII

_____ suspiró frustrada luego del agitado día de trabajo que cargaba sobre sus hombros, la escuela la había torturado con preguntas sobre su futuro, una carrera, una universidad, aún no estaba preparada para asumir la responsabilidad de una vida a mayor escala, a mayor riesgo, la vida de un adulto.
ㅤA sus 17 años, próximos 18 en el año entrante, iba a terminar la secundaria para ser una adulta en formación, le interesaba una de las nuevas carreras implementadas en los registros legales del país, trataba de dar igualdad ante los derechos de los monstruos ante los estados, provincias y capitales de distintos países del mundo, algo parecido a ser un abogado corriente, pero en busca de los mismos derechos para alguien del subterráneo.
ㅤEstaba decidida a poder hacerlo, sus ánimos no podrían decaer con lo ocurrido esa mañana de clases.

(...)

Abría los ojos despacio por culpa del despertador, se sentía agobiada porque apenas había podido dormir la noche anterior, se mantuvo con los ojos bien abiertos terminando uno de sus proyectos pendientes.
ㅤSe removió en círculos sobre la cama, hasta que se sentó, guión bostezo largo y estiró su cuerpo haciendo tronar sus huesos, las contracturas de su espalda aún seguían vigentes en su espalda baja, media y alta, suspiró de alivio una vez había conseguido su objetivo — hacer que el dolor disminuyera un poco —, miro hacia abajo despacio, observando empedernido y con dulzura su hermosa y palpitante alma azul marino, atado de un cordón rojizo que hacía un contraste precioso, parecía el mar oscuro con algas rojizas brillantes.
ㅤSe quedó mirando un segundo, hasta que sintió un cosquilleo en su pecho, el hilo delgado se había tensado, dando tirones, 5 segundos bastaron para que la tensión parara.
ㅤ_____ sabía que era a causa de su esqueletica alma gemela, aún no procesaba del todo que ese pequeño fuera su media naranja, apenas llegaba a la altura de su media cabeza (esto debido a que _____ mide 1.65, y Sans 1.50).
ㅤDecidió dejar esos pensamientos de lado, soltó un último bostezo, entrelazo sus dedos estirandolos al mismo tiempo, haciéndolos tronar, y a paso confiado, se paró de la cama.
ㅤSiguiendo el mismo juego que su esqueleto, tomo el cordón que los unía y tiro de él dos veces, sabía que el efecto era igual en ambos (aunque no tenía idea de que esos juegos matutinos de tirar el cordón rojizo, a Sans lo ponían más feliz que niño en un patio de juegos).

— El día parece frío, tal vez deba abrigarme más que de costumbre.. — escupió entre dientes mientras sentía el helado piso de madera en la suela de sus pies, al mismo tiempo que caminaba a la persiana de la habitación para dejar al sol de la mañana entrar. — Al menos estás cálido hoy — sonrió para sus interiores satisfecha de tener una fuente de calor natural para su pobre resistencia al frío, heredado de su padre, que es un hombre bastante friolento en estas cosas.

Coloco despacio su uniforme, medias de lana negras para abrigar sus piernas algo anchas por su sobrepeso (según su pediatra y medica de confianza), aunque admitía que había elegido ese color por un motivo en especial, había leído en una revista de belleza que "el negro hace la ilusión de que eres más delgada", ¿Por qué no intentar?.
ㅤAgarró su camisa blanca, abotonando despacio los botones, luego su falda, dejando adentro de estas lo sobrante de la camisa, un chaleco con el logo de su institución, sus botines zapatos negros con un pequeño tacón bajo y para finalizar, su mochila color blanco con llamativos parches y llaveros colgando de este, uno es especial, es uno que le regaló su amado Sans, era una calaverita aperlada en azul, brillante y blanquesina a la vez, hermoso llavero que hacía juego con lo pulcra que era su mochila.
ㅤMiro su cabello y puff, decidió peinarlo, sin hacer algo extravagante por miedo a que se arruine, podía escuchar al viento rugir en su ventana, no quería por nada de la existencia misma que un peinado elaborado se arruine por eso. Optó por su cabello castaño suelto, algo ondulado en las puntas por parte de su madre, algo de brillitos labial, sus labios eran tan pálidos que quería algo de color en su piel blanquesina. Usó algunos broches para ajustar algunos mechones y verse lo más estética posible, admitía que últimamente se había estado arreglando más, todo desde que apareció Sans, ¿Qué será?.