"Embargo"

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A la mañana siguiente la chica de ojos claros salía de su habitación ya vestida y con sus audífonos escuchando música, su madre estaba en el sofá recostada y con varía botellas de licor en la mesa y en el suelo. La chica solo suspiró mal mirándola y se acercó a ella para ayudarla.

Para ella era normal ver a su madre demasiado ebria en las mañana, empezó a ser así desde que su padre murió, y al caer en la depresión, no tenía como desahogarse sin que su hija se pusiera mal por ella.

—Mamá, despierta ya.

—Mmm... ¿Que quieres? —contestó de mala gana—.

—Mamá soy __________, despierta, dijiste que irías a trabajar.

La mujer mayor al escuchar eso, se levantó en seguida y miró la hora. Apenas eran las 9:45am, y ya había perdido su turno.

—Mierda... No llegue al trabajo hoy...

—Esta bien mamá, no te preocupes por eso, tal vez encuentres otro. Yo ya conseguí uno así que no creo que haya problemas con la comida está semana. Tu descansa, ¿Si?

La mujer asintió con jaqueca y la joven se levantó para ir rumbo al lugar, tomó el autobús y miraba la ventana escuchando música. Aún seguí recordando en aquella ocasión que su padre había muerto, lo vio morir en frente de sus ojos, a sus diecisiete años recuerda que ella había ido acompañarlo a la feria Del perro y comían un helado después de que él ganará un peluche en los juegos. Todos esos recuerdos le invadían en su cabeza y una lágrima caía en su mejilla.

Al llegar a la parada, miró que Lamar estaba esperándola afuera y la saludó con un apretón de manos.

—Llegaste chica, pensé que me dejarías como pendejo aquí.

—Para que, si ya lo eres.

—Ja ja, muy graciosa. Vamos, Simeon esta esperando adentro con Frank.

Aquella asintió y entró junto con el hombre de color.

—Toc, toc, negro.

—Lamar, que bueno que has llegado. Quiero que veas que Franklin es el empleado del mes.

Lamar al notar eso, no estaba muy convencido de la noticia. Yo simplemente miraba su reacción.

—Es una puta broma, ¿No?

—Es una puta broma para los dos, amigo. —dijo Franklin—.

—Por favor amigo, ¿enserio? ¿Después de todo lo que he trabajado?

—Olvidate de lo del empleado del mes, hermano. Estoy intentando hablar...

—¿Que me olvide del empleado del mes? Si hay algo que tenga que competir en algo, lo quiero. Me vale verga lo que sea. ¿Me entiendes, yo quiero todo, Trabajo duro con eso. Perro grande, huevos grandes. Quiero que el mío aparezca primero, y al lado tenga una placa que diga, "Ganador".

—A lo mejor el mes que viene. —dijo Simeon—.

Aquella pelea que hubo, el hombre blanco se acercó y me tomó de la mano saludándome.

—Un gusto, soy Simeón, Lamar me dijo que querías trabajo.

—Eh algo así. Enserio necesito dinero...

—Bueno ahora tienes uno, así que les daré los datos del siguiente embargo.

Franklin me había visto y me saludo con la cabeza a lo que respondí igual. El siguiente trabajo era en Vesppuchi Beach y salimos de ahí para subir al auto de Franklin, al mirar el auto note que era uno deportivo, al parecer le fue bien después de todo. Subimos y estaba sentada en la parte de atrás escuchando la pequeña pelea de ambos cuando llamaron mi atención incluyéndome en su pelea.

—¿Por que carajo trajiste a __________ con nosotros?

—Vamos negro, ella necesita trabajo ahora, y se lo ofrecí. Ella es nuestra hermana, ¿lo olvidas?

—El problema no es ese, sino que tus locuras e idioteces nos meten en problemas y ella estará también involucrada.

—Oh vamos negro, ella solo estará acompañándonos con los embargos, no es como que hoy fuera a morir o pase algo malo.

—Eso es lo que digo, espero y no hagas algo...

Al llegar al lugar nos bajamos del auto y vimos que estaba cercado así que nos acercamos y al notar que estaba cercado, ambos treparon en ella lo cual antes de trepar también, Franklin me detuvo.

—Espera aquí mejor, no Quiero que te metas en esto.

—Oh vamos Franklin, ¿que tan malo va a pasar? —dije—.

—Enserio mejor quédate en el auto esperando, no tardaremos.

Yo solo rodeo los ojos divertida y regrese al auto para esperar adentro, escuchaba música en la estación de radio "Radio Los Santos" cuando escuché disparos y una explosión, al asomarme a la ventana noté que estaban disparándole a ambos. Me alarme un poco y al momento que iba a llamar a la policía, vi que un chico con una motocicleta Baggen aceleraba rápido y en seguida llegaron Lamar y Franklin subiendo al auto.

—¿¡Pero que pasó!?

—¡El pendejo de Lamar inicio todo esto!. Yo habría querido que me golpearan.

—Calla negro y acelera.

Aquél no peleo más y empezó una persecución hacia el chico de la moto, ¿En qué líos me metí? Debí suponer que Lamar estaba desquiciado para estás cosas, una razón mas para que lo mataran. En frente de nosotros aquel chocó contra un camión y cayó al suelo impactandose.

—Auch...

—Por fin se detuvo. —dijo Lamar—. Vamos negro, Toma la moto y nos vemos en el autolavado.

—Okey. __________ ven conmigo. No te dejaré sola con este negro demente.

Yo hice caso y baje para subirme a la moto detrás y me sujeté. Franklin solo soltó un suspiro y habló.

—Mierda siempre pasa lo mismo. Ese idiota siempre tiene que adelantarse en todo, debí suponerlo.

—Vamos Frank, no te estreses. Así es Lamar, y siempre será así hasta la muerte.

—Lastimosamente si.

Solté una risa baja.

(...)

Después de todo el lío que ocurrió, Simeón nos pagó a los tres y Lamar por sus huevos se quedó con la motocicleta Baggen y dejando que Franklin le explicará a Simeón. Frank me dió un aventon a mi casa después de comprar unas hamburguesas para mí y para mi madre. También le había comprado una a el pero se negó así que le insistí y terminó aceptandolo. Entré a mi casa y me despedí de él para después cerrar la puerta. Vi que la televisión estaba encendida y mi madre en el sofá durmiendo, de seguro ya se le pasó la resaca.

Dejé la comida en la mesa y entre a mi habitación para después acostarme. Me miré en el espejo que estaba a mi lado que tenía unas ojeras, parecía drogadicta. Me talle los ojos un poco y bostece cansada, hoy había sido un día de locos... Espero y estás cosas no se salgan de control.

Mi Mayor Robo, Eres Tu... |Franklin Clinton Y Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora