#01 Visitas

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Changbin rodó por la cama y quedó acostado boca abajo. Las mantas se habían enredado en sus piernas y Hyunjin trataba inútilmente de quitarlas.

―Oye, hyung. ―Hyunjin dejó la bola de mantas que había formado y se sentó correctamente en la cama―. Tú... ¿no tienes un poco, aunque sea, un poco de curiosidad?

Changbin soltó un gemido de gusto al estirarse tras darse media vuelta para ver a Hyunjin.

―¿De qué hablas?

―Jisung y sus amigos.

Hyunjin alzó ambas cejas como si fuera una obviedad. Changbin abultó los labios pensando en el hecho de que Jisung había llevado a bastante gente a la casa, pero ninguno de esos habían sido los amigos que él le conocía.

―O sea sí, pero es muy su asunto ―murmuró Changbin, pero el bicho de la curiosidad ya estaba ahí―. Aunque si soy sincero, me dan ganas de espiarlos para ver que hacen.

Hyunjin sonrió dejando ver su arrugadita nariz y Changbin rodó los ojos.

―Tú lo dijiste.

Changbin se sentó en la cama y miró sus propias manos con algo de pena. Sí quería saber qué tanto hacían, pero si Jisung no había contado nada entonces no se sentía con el derecho de espiarlo.

―Vamos, sólo veremos qué hacen y por qué son tan clandestinos ―Hyunjin insistió, moviendo los hombros de Changbin ligeramente―. No creo que sea nada tan terrible.

Habían escuchado la puerta de la casa hacia unos quince minutos, así que Leedo y Jisung ya estarían en su asunto. Changbin mordió sus labios para finalmente asentir.

―Una miradita rápida.

Hyunjin y Changbin salieron de la habitación silenciosamente y caminaron por el pasillo.

―¿Te imaginas que pinten con acuarelas? ―preguntó Hyunjin con una risita adorable, pensando en que ese podía ser el motivo por el que a veces se bañaban. ¡Debían ensuciarse mucho!

―Oh... ―Changbin suspiró. Los pensamientos más inocentes pasaban por la cabeza del menor―. Shh...

Aunque Hyunjin no era tonto. Él tenía la sospecha, por eso quería ver y así sacarse esa duda por fin.

Changbin y Hyunjin llegaron al final de pasillo donde estaba la habitación individual. La puerta ni siquiera tenía pestillo, estaba apenas apoyada sobre su marco y si ambos hacían suficiente silencio, podían oír unos suaves murmullos y algunos quejidos.

―No... Aguarda, Leedo... Está muy... ―La voz aterciopelada de Jisung sonó más fuerte de lo usual y Hyunjin miró a Changbin con los ojos muy abiertos.

Changbin abrió ligeramente la puerta procurando no hacer ningún ruido, tan sólo dejando una abertura por la que podían ver.

Hyunjin apoyó su cabeza sobre la de Changbin y buscó rápidamente las figuras de esos dos, encontrándolos en la cama. No se podía ver demasiado por la escasa luz, sin embargo.

―Estás completamente mojado, Jisung. ―Leedo murmuró en un tono ronco, moviéndose encima de Jisung―. ¿Por qué no estás lloriqueando por mi pene como haces siempre? Hasta luces un poco deprimido ―alargó preocupado.

Changbin tapó su boca con su propia mano para no soltar un grito de sorpresa y Hyunjin apretó sus labios con fuerza.

―Has estado dando vueltas desde que llegué ―Leedo bajó la voz, pero todavía era entendible para el par de mirones―, ¿pasa algo?

Leedo apoyó su mano sobre la mejilla de Jisung y juntó sus frentes. Su pene palpitaba dolorosamente, pero Jisung no se veía muy seguro acerca de continuar.

Hanie's secret ⸺hyunbinsung。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora