—¿Yuya? ¡Yuya! —afirmó una voz detrás de mí.
—¿Me regalas una foto? Por favor, soy muy fan de ti-—Claro, hermosa, las que quieras. —respondí, posando para la cámara. Cuando miré a la persona que nos fotografiaba, me sorprendí. Era una compañera de clase. Hace años que no sabía nada de ella, y me alegraba mucho volver a verla.
—¡Cuánto tiempo!—Pensé que no me recordarías. —respondió con una sonrisa tímida.
—¿Cómo no te voy a recordar? Estuvimos juntas en la preparatoria. Nunca fuimos muy unidas, pero nos llevábamos bien. —dije amablemente, saludándola.
Alethia asentía con una breve sonrisa.
—Estás divina, Marian. Me alegra verte tan bien y feliz. Esa sonrisa no te cabe en el rostro.—Qué linda, Alethia. Tú sigues igual de bonita, aunque noto que tu mirada está algo apagada. ¿Todo bien? —pregunté preocupada.
Alethia siempre fue una persona extrovertida y alegre, pero ahora algo en su mirada había cambiado. Estaba cansada, preocupada... un sinfín de emociones reflejadas en su rostro. Vi que la niña que la acompañaba la llamó "mamá". Me sorprendí. Ella siempre decía que nunca planeaba ser madre. Tal vez, las cosas habían cambiado, lo que me hizo pensar.—Intento estar bien. —respondió con una sonrisa forzada.
No supe qué decir. Mi mente solo repetía una palabra: Wow.
Dicen que los ojos reflejan los sentimientos, y ahora más que nunca lo creía. La mirada de Alethia estaba vacía, sin rumbo.—Lo único que me da felicidad es esta pequeña, mi hija. —dijo, mirando con cariño a la niña.
—Es divina. —comenté, admirando a la pequeña.
La niña tenía ojos grandes de color avellana y su cabello lacio, recogido en dos coletas. Era realmente bonita.Me incliné a su altura y le pregunté su nombre.
—Me llamo Carla, pero me gusta que me digan Carlita. —respondió sonriendo.Carlita...
Carlos...
Carlitos...Todo eso me recordó a mi hombre.
—Qué bonito nombre. —dije, sonriendo.
—Mi mamá me llamó así por su "crunch". —dijo la pequeña, haciendo una mueca graciosa.
Reí sin entender la palabra, pero Alethia la corrigió rápidamente.—Se dice "crush", bebé.
Una vez más reímos.
—¿Carlos Rivera? —pregunté —
—No, es otro Carlos. —respondió, sin dar mucha importancia a mi curiosidad—.
Mi conversación con ella era algo cortante, supuse que era normal. Había pasado mucho tiempo sin tener contacto. La conversación seguía siendo superficial, pero algo me decía que Alethia estaba tratando de ocultar algo.
De repente, escuché una voz a unos metros de distancia.
—Mar.
Esa voz, con solo escuchar una letra, supe que era él. Mi hombre, Carlos.
Giré sobre mi eje y le regalé una sonrisa.
—¿Qué vino prefieres? —me preguntó, levantando dos botellas mientras yo analizaba cuál elegir—.—La que tenga menos alcohol.
Carlos sonrió y levantó su mano derecha, señalando la botella que tenía menos contenido alcohólico.
—No puede ser... —dijo Alethia, mirando a Carlos.
—¿Ves al hombre que está enfrente de Yuya?Volteé inmediatamente hacia donde ella señalaba, y me sorprendí aún más.
—Te nombré Carla en honor a él. —dijo Alethia, dirigiéndose hacia Carlos con una enorme sonrisa en su rostro.
Carlos solo sonrió, pero lo conocía tan bien que pude ver la incomodidad en su expresión. Esa media sonrisa que se transformó en una mueca.
Alethia lo abrazó con tanta fuerza que pensé que lo lastimaría. Le dio besos en la mejilla sin su consentimiento. Ella había cruzado la línea.
—Alethia... —dije, mi voz sonó tan firme que Carlos se sorprendió tanto como yo—. Estás hostigando a mi novio.
—¿Tu novio? —preguntó Alethia, algo dolida.
—Sí. —respondí con seguridad.
—No creo que le moleste. Él ya me lo hubiera dicho. —respondió, ignorando completamente
mi malestar—.—Me estás lastimando. —susurró Carlos, visiblemente incómodo. Alethia lo soltó y Carlos recuperó el aire.
—Siempre pensé que eras una perra suertuda con dinero. Ahora lo confirmo. —dijo Alethia, con una expresión despectiva.
Perra.
Eso dolió.—No permitiré que le faltes el respeto a mi mujer. —dijo Carlos con firmeza, mi corazón dio un vuelco al escuchar esas palabras.
MI MUJER.
Soy su mujer.En ese momento, quise llenarlo de besos. Sonó tan sexy.
—Lo que tú digas, papacito. Solo te pido que veas bien a la niña que podría ser tu hija.
Mi mandíbula cayó al suelo. Las palabras de Alethia me dejaron completamente estática.
La pequeña no entendía nada, al igual que yo.
Carlos tenía una expresión de total confusión, un signo de interrogación en su cara.—No te conozco. Ambos sabemos que lo estás inventando. —dije con firmeza.
Confiaba ciegamente en Carlos.
Le creía a él.Alethia esbozó una sonrisa burlona.
—Patética. —dijo por último, mientras cargaba a la pequeña y se alejaba rápidamente.Yo me quedé mirando un punto fijo, aún procesando lo que había sucedido.
—¿La conoces? —me preguntó Carlos, al ver mi rostro tenso.
—Sí. Era una ex compañera de estudio. Se volvió completamente loca. —respondí, sin poder quitarme la sensación incómoda.
Carlos me rodeó con sus brazos y me susurró al oído:
—Olvida todo lo que dijo, ¿sí?
Asentí, aunque una pequeña parte de mí no podía evitar recordar las palabras de Alethia, especialmente esa frase:
"Solo te pido que veas bien a la niña que podría ser tu hija."Esa frase resonaba en mi mente una y otra vez.
Confiaba ciegamente en Carlos, pero había algo en esa incertidumbre que no me dejaba tranquila.
![](https://img.wattpad.com/cover/293910799-288-k395982.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Creo en ti - Carlos Acevedo
Fanfic"Eres mi tempestad y mi paz. Si tú estás conmigo, todo se calma." "Prometo amarte ahora y siempre, en todas tus versiones y en todas tus etapas." [6/12/21] comienzo