— ¿Estás completamente segura de que lo habías respaldado? —Interroga Hedda recorriendo sus ojos por la pantalla del ordenador.
—Hedda, estoy segura. Sabes que no apago el equipo hasta completar el respaldo de seguridad, es más, ni siquiera me voy a casa hasta asegurarme de ello. —Suspiro mientras hago clic en varias carpetas.
Todas las fotografías habían desaparecido. No había explicación lógica sobre qué había sucedido. Estaba segura de haber visto cuando el respaldo estaba guardándose en la carpeta de seguridad que tenía dentro del portátil.
—A ver, trata de recordar. ¿Estabas haciendo algo más mientras lo guardabas?
—¡La llamada! —Exclamo luego de unos segundos al recordar qué había hecho esa tarde. Al momento que creaba la copia de seguridad, una empresa me contactó para solicitar los servicios del estudio.
Normalmente los acuerdos para la contratación del estudio se realizaban cara a cara con el cliente que solicitaba. Sin embargo, la persona que me había contactado parecía muy ocupada y cansada a través del auricular, así que no dudé en atenderla y hacer el acuerdo mediante la llamada.
—Ese día recibí la llamada del evento. —Le aclaro. —Realmente estaba agotada después de terminarla; la chica no dejaba de preguntar y decirme que quería todo perfecto. Además, agendó una cita en el último minuto.
—Tal vez el proceso de guardado arrojó algún problema y, por accidente, no te diste cuenta.
—¡No puede ser! Mi cabeza y yo no compatibilizamos. —Paso mi mano por mi cabello en signo de frustración y desespero. —Necesitamos contactar de nuevo a la empresa y dudo mucho que la modelo esté disponible en estos momentos.
—Tranquila Jannie, respira. —Dice Hedda mientras me daba toquecitos en el hombro. —Se te ocurrirá algo, pero tiene que ser pronto amiga, el tiempo está volando.
Dudo por unos segundos, no sabía qué hacer; mi trabajo de un día completo parecía haberse esfumado como el viento; recuerdo haber visto la copia completarse, pero mi mente podía estar traicionándome, pensaría en eso más tarde. Por el momento necesitaba agilizar mi cerebro para buscar una solución y rápido.
—Las tarjetas de las cámaras pueden haber conservado algunas fotografías. —Se me ocurre de repente. —Nuestro plan A es: revisar las cámaras y buscar si hay algo con lo que podamos trabajar. Mientras tanto, el plan B es: empezar a hacer llamadas, para tener listo todo el equipo y hacer la sesión de nuevo, en caso de que no haya ninguna foto.
—¡Entendido jefa! Iré con Tommy a revisar todas las tarjetas de las cámaras, mientras tanto tú empieza a hacer las llamadas. Va a salir bien Jannie, no te preocupes. —Me alienta la pelinegra
—Espero que sí Hedda, a penas empezamos a despegar y temo que pueda haber algún inconveniente que nos envíe, de nuevo, al anonimato.
—No será así, te lo aseguró. Has trabajado duro y no voy a permitir que se tire tu trabajo por la borda.
—Eres la mejor. —Le sonrío
—Lo sé, te has ganado la lotería conmigo, mujer. —Dice mientras se encamina a la puerta. —Soy todo lo que buscas para tu vida, pero lamento informarte que no te acoplas a mis exigencias para relación. —Bromea, para luego salir en busca de las tarjetas.
Empecé a hacer las llamadas correspondientes en busca de la modelo que había realizado la sesión original, lastimosamente su agenda estaba abarrotada y no podría asistir de nuevo al estudio para hacerse más fotografías. Necesitaba buscar a alguien más que pudiera acercarse al perfil que la empresa de maquillaje había exigido, debía conservar a nuestro cliente más prometedor.
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Decisión Mía.
Roman d'amourDECISIÓN MÍA Una decisión unilateral les llevó hacia rumbos diferentes. No todos los caminos se cruzan entre sí, pero el destino es juguetón e impredecible.