En la fina pantalla ubicada estratégicamente sobre el escritorio de madera maciza se observaba, justo en el medio, una fotografía tomada con una Sony RX1 35 mm. De fondo una luz neón azul, que acompañaba armónicamente la vestimenta negra de los protagonistas de aquella toma. En el centro, una muchacha de cabello negro y corto por los hombros llevaba un vestido de satén que llegaba hasta los pies, sus manos sosteniendo con fuerza y carisma el stand de un micrófono. Al fondo y adornando el resto de la fotografía, una tecladista, un hombre pequeño en el bajo y un baterista que apenas se dejaba ver entre los platillos. Más al fondo y a modo de encuadre unas cortinas, jarrones altos de mármol que presentaban rosas blancas adornadas con cintas doradas.
Una flecha apuntando hacia la derecha dirigía a quien la presionara a una segunda foto. Esta había sido tomada desde un extremo del escenario y a gachas. La escena era la misma, la muchacha de cabello negro se encontraba ahora sentada en un taburete, que dejaba ver un tajo en la pierna izquierda del vestido. Tenía la boca entreabierta y los ojos cerrados, ambas manos empuñando el micrófono. En esa toma sólo se podía ver un atisbo de la tecladista y centímetros de un bombo de la batería.
Al pie de la foto se leía en letras negras:
¡Felicidades Solange & Albert! Ha sido un gusto tocar para ustedes.
Celebramos su compromiso y amor,
La Vague
Ubicación Hotel Ritz
hace 5 minutos 15 Me gusta Comentar
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BOCARRIBA
Teen FictionLa única verdad dicha sin tapujos y dejando de lado todo tipo de subjetividades es que te quise demasiado. He llegado a pensar que es necesario querer demasiado para darse cuenta que el amor no es todo eso que la gente dice necesitar. No voy a decir...
