Capitulo 9: Puta del Campamento

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Piper se relajó, suspiró y se recostó en el cálido estanque. El agua la calmó. Suspiró al sentirse más limpia, cerró los ojos y disfrutó del calor del sol. Ella gimió cuando la imagen de una polla brilló en su mente y sintió que sus pechos dolían de necesidad. Sus manos salieron de debajo del agua y tocó y apretó sus tetas que estaban por encima del agua para que cualquiera las viera.

Ella gimió y tocó sus necesitadas tetas y rodó sus rosados ​​pezones erectos entre sus dedos. Jadeó por el esfuerzo y abrió los ojos mientras usaba los poderes de su madre, Afrodita, y cambiaba su apariencia. Creció en altura hasta medir 1,70 m, y más de su cuerpo desnudo se hizo visible sobre el agua. El estanque era lo suficientemente poco profundo como para que, debido a su nueva altura, su coño estuviera justo por debajo del nivel del agua. Sus tetas se desarrollaron de grandes a mucho más que un puñado. Si tuviera que adivinar, eran al menos 38E.

Al igual que la estrella porno favorita de Jason, Lisa Ann, que por cierto también era hija de Afrodita. A medida que cambiaba su apariencia, cambió el color de su cabello de castaño a rubio y sus ojos a un gris tormentoso. Después de todo, por eso Jason la había engañado. Probablemente tenía algo con las zorras rubias.

Piper se quedó mirando el reflejo de ella/Annabeth en el agua. Lo odiaba, volvió a ser ella misma y decidió que recuperaría a Jason por esto.

Iba a follar con la primera polla que viera y si la polla pertenecía a Leo, Percy o cualquier otra persona que lastimara igualmente a Annabeth y Jason, entonces sería aún mejor.

Mientras continuaba con el reflejo, decidió volver a ser ella misma, manteniendo las nuevas adaptaciones como la altura, el tamaño de los senos, etc. Luego cerró los ojos, disfrutó del calor del estanque y continuó vagando por su nuevo cuerpo.

Jadeó cuando pellizcó sus pezones de nuevo tamaño y sintió el hormigueo correr a través de ella haciéndola temblar. Estaba tan ocupada consigo misma que no escuchó a nadie acercarse a ella. Pero escuchó el gemido que vino de su izquierda y se estremeció antes de congelarse y detener sus movimientos. Sus ojos brillaron con lujuria y terror antes de que pudiera girar la cabeza y sus ojos se abrieran ante la vista.

Reconoció al Sátiro como Grover Underwood... más específicamente el amigo de Percy, el que había llevado a Percy al campamento. Pero sus ojos se clavaron en su mano, su mano que acariciaba su dura polla de un lado a otro y se lamió los labios al ver el líquido preseminal goteando de su punta. Los labios de Grover estaban ligeramente separados mientras respiraba con dificultad, sus ojos se oscurecían con lujuria y estaban fijos en sus tetas y sus labios húmedos.

Junto a Artemisa, Piper era su hembra favorita. No le importaba ni le importaba si ella estaba o no en una relación. Sabía que no debería tener fantasías sobre la chica de otro hombre, especialmente de Jason, uno de los semidioses más poderosos del mundo, pero no podía evitarlo.

Quería que ella lo adorara de rodillas con los labios envueltos alrededor de su polla y follándose la cara sobre ella.

Quería inclinarla y tomarla por detrás.

La quería encima de él cabalgando su polla como una zorra desesperada por ello.

Quería hacerle eso y tantas otras cosas.

Grover se acercó al estanque y se puso rígido mientras soltaba un aliento áspero. Su polla latía en su mano y apuntó a la semidiosa cuyos ojos estaban en su polla. Él gimió, molesto por haberse corrido tan pronto pero complacido de cumplir una de sus fantasías. Piper gimió cuando el primer disparo de esperma espeso salpicó sus tetas y lo frotó por todos sus pezones. Él se movió sobre sus pies y ella gritó de sorpresa cuando él comenzó a salpicar y pintar su rostro blanco con su semen.

Artemisa, su caza y más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora