Una realidad de pesadilla

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Nicolás y su madre ya habían empacado todo en bolsas con carteles y estaban ya partiendo a la otra parte de la ciudad en los autobuses, aunque todos se preguntaban, ¿Por que no evacuar la ciudad entera?

-Mama, y si la tal "infección" se expande?-dice el muchacho con un tono tristón.

-Tranquilo, eso no va a pasar-responde la madre muy cansada.

-¿Estas bien?-la mama empieza a dormirse.

-¡Che! no te me duermas-dice Nicolás, luego de un rato de entre 2 y 3 minutos,la madre se despierta.

-Tranquilo... sigo acá.-dice esta, antes de volver a dormirse.

Nicolás pensó que ella estaba muy cansada por haber tenido que guardar todas las cosas.Y debido a que el también se había cansado mucho, decidió seguir su ejemplo.

Luego de un sueño muy largo y profundo sobre una ciudad sumergida en terror y caos, en el que todos se mataban mutuamente por el solo hecho de conseguir comida y agua incluyendo carne humana, Nicolás se despertó. Cuando este abrió los ojos no se sentía aterrado ni nada por el estilo, debido a que soñaba eso muy seguido. Pero cuando gira la cabeza para ver a su mama percibe que esta ya no esta.

-¡¡Mama!! ¡¿Donde estas?!-empezó a gritar Nicolás .

Pero recién, después de un tiempo se da cuenta de que no había nadie en el autobús, y de que había un pequeño charco de sangre en el suelo. Nicolás cuidadosamente miro por encima del asiento, y entonces logro darse cuenta de que no había nadie, a excepción de un cadáver de un hombre mayor al que parecía que le habían arrancado un brazo. También vio un montón de órganos y otras partes humanas tiradas en el suelo.

-Debe ser otro sueño mas... si... es lo mas seguro-pensó el joven.

Procedió a pellizcarse y a golpearse solo, unas 5 veces, pero no funciono.

-Uf parece que estoy en un sueño pesado-dijo en voz alta.

-Bueno, voy a aprovechar para recorrer un poco mi sueño-y como este no sabia como abrir la puerta del autobús sin un chofer al mando, debió usar el martillo de emergencias para romper la ventana y escapar.

Se encontró con que estaba en mitad de la calle y había muchos edificios en llamas con mucha gente corriendo y matándose entre si.

-Si, definitivamente estoy en otro de esos sueños-pero luego se dio cuenta. La gente no estaba matándose entre si, esto era mas bien una cazería. Gente de ojos rojos persiguiendo y devorando gente humana, Nicolás agarro un cuchillo que encontró tirado en el suelo, junto fuerzas y se lo clavo en el hombro. El joven lanzo un grito aterrador, definitivamente esto no era un sueño.

Peligrosa InfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora