¿Crueldad o Bondad?

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Cuando Nicolás se dio cuenta de que esto no era un sueño, no podía creerlo, entonces empezó a correr, o eso intentaba ya que iba rengueando debido a la herida. El dolor era inmenso, un montón de gente lo empujaba de un lado al otro y como por si fuera poco todos corrían hacia el mismo lado, de modo que todos estaban amontonados. Eran una presa perfecta para los infectados.

El joven estaba muy asustado, obviamente, ademas no tenia a su madre ni a su padre a su lado, cuando de repente escucho un grito de un callejón por la izquierda, Nicolás miro y vio que el grito era de un niño de unos cinco años de edad y estaba llorando, este tenia dos cadáveres a sus costados, probablemente sus padres, ambos tenían las partes de su cuerpo esparcidas por todas partes.

Nico tenia dos opciones:

1-Rescatar al chico eh intentar llevarlo con el, teniendo en cuenta la herida esto seria bastante difícil ya que quedarían atrás y probablemente morirían.

2-Dejarlo morir y seguir corriendo, en este caso quedaría en manos de la suerte si este muere o no.

El chico opto por la primera ya que, ademas de que no tenia mucho tiempo para pensar, era muy probable que también muriera con la segunda opción.

Agarro al chico a la fuerza, ya que este renegaba porque no se quería despegar de los cadáveres y lo subió a caballo.

—¡¿Por que me haces esto?!—pregunto el niño entre llantos.

—Para salvarte la vida—respondió Nicolás.

—¡¿Y pero, por que me salvas la vida?!—dijo el pequeño entre patadas y mas llantos.


Nicolás se quedo en silencio por un momento y luego le pregunto

—¿Che... y como te llamas?—dijo con un tono tranquilizador pensando en que si le cambiaba de tema quizás este se tranquilizaría un poco.

—Me llamo Sebastián—dijo con un tono tímido

—Ah y... ¿cuantos años tenes?

—6 años

—Ah y... ¿sos de acá?—le pregunto mientras se quedaban cada vez mas atrás

—No, nací en Corrientes—respondió Sebastián mientras un infectado estuvo a punto de partirlo en dos con un cuchillo.

Nicolás apresuro el paso, pero ya se quedaba sin preguntas. Entonces tres camiones militares aparecieron enfrente de toda la oleada de personas mientras las ayudaban a subirse a estos.

Nicolás empezó a correr y a dar empujones entre la gente aunque seguía siendo difícil con la herida en el hombro, ademas toda la gente empezó a correr aun mas rápido para llegar a la ayuda.

"Probablemente los de atrás no entren en los camiones, debo apurarme mucho si quiero sobrevivir" pensó Nicolás. Por suerte el niño ya estaba mas tranquilo, pero... llegarían a los camiones?.






 

Peligrosa InfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora