Todo iba bien hasta que...

La fea de la escuela.

Hola, soy Anita, la fea. Literalmente me llaman así porque mi cuerpo no tiene nada de gracia, o sea soy plana, además de que no soy bonita tampoco.

Como a toda rechazada que se respete, me gusta un chico que a los ojos es un imposible.

Leandro, tiene mi edad, es de mi escuela, pero nunca hemos hablado. No es de los que se burlan de mi, pero tampoco lo impide, es como si no prestara atención.

Él es el típico chico friki pero atractivo, tiene ojos azules, los cuales son casi ocultados por su largo cabello gris. No tiene el mejor cuerpo del mundo, pero está como quiere. No es tampoco el chico del que todas están enamoradas, de hecho él no es de los populares ni nada por el estilo. Solo es él, callado, sencillo, es el hombre de mi vida.

No me atrevería a hablarle nunca, moriría de la vergüenza si digo algo mal o me atraganto con la saliva. Soy un gran desastre y no quiero que se aleje sin ni siquiera acercarse.

En la clase de español de hoy fui la única que prestó atención a la obra, no era Romeo y Julieta, era Casa de Muñecas, una obra donde la mujer es tratada como un objeto más.

Todo parecía muy interesante hasta que la profesora mandó un trabajo extra clases, debían ser en equipos de dos, como era de esperarse nadie quiso hacer equipo conmigo.

Solo faltaba yo, decidí hacerlo sola hasta que alguien habló.

— Hola, ¿ puedo hacer mi trabajo contigo ?

No lo podía creer, me quedé por unos dos minutos mirándolo fijamente, Leandro quería hacer su trabajo conmigo.

— Oh, perdón, claro, si.

No sabía ni lo que decía así que mejor no dije nada más.

Salimos de la escuela y fuimos a mi casa, con todos los libros en la mesa nos dispusimos a realizar nuestra tarea. Entre risas y bromas pasamos el increíble momento, sin darme cuenta había sido yo misma con él y al parecer le había gustado.

Cuando terminamos lo acompañé hasta la puerta.

— Adiós Ana, nos vemos mañana y... gracias.

Sin decir nada más se fue.

Los días pasaron rápido, él entonces se reunía en los recreos conmigo, hablábamos muchísimo, teníamos gustos parecidos y a cada cosa nueva que descubría de él me enamoraba más.

Todo iba bien hasta que de un día a otro su mirada cambió y en una de las mesas de la cafetería me dijo que teníamos que hablar seriamente.

— Bien, tú dirás.

— Ana, pienso que todas las críticas que te hacen no tienen sentido, eres una chica adorable, tu físico no es desagradable como dicen, tu rostro es hermoso ante mis ojos. Me gustas Ana.

Me congelé por completo, no sabia que decir, ni que hacer. Él continuó lo que decía.

— Quiero que seas mi novia, quiero hacerte feliz, quiero estar en tu vida.

— Leandro, eres el chico más increíble que he conocido, claro que seré tu novia, eres lo más especial y tierno en mi vida.

Nos besamos suavemente y todos en el lugar nos miraban, quizás pensaron que nunca tendría novio, pero ahí estaba yo con él, disfrutando de este momento y deseando que fuera eterno.

Desde ese momento pasaba a buscarme en las mañanas, hechabamos el día entero juntos y en la tarde venía hasta mi casa.

Mi madre estaba feliz de que alguien no se burlara de mi y demostrara quererme de verdad. Pero tenía la duda de qué le gustaba de mi y decidí preguntárselo.

— De ti me gusta todo, que eres inteligente, que no te importa que te critiquen, que tus ojos son un pedacito de nube, que son grises si llueve y cuando amanece son blanco. Me gusta que seas tú misma cuando estás conmigo y me gusta quien soy cuando estoy contigo Ana, para mi eres perfecta.

Sus palabras me encantaron, ahí descubrí que no tenía que ser la más hermosa ni la más cuerpuda para tener a mi lado al hombre que quiero. Me di cuenta que a los ojos de la persona indicada, cada quien tiene algo interesante, diferente, sensual, algo que simplemente no tendía otra persona que no fueras tú.

No importa si te quieren hacer creer que eres fea, nunca lo serás, la belleza externa desaparece con el tiempo y cansa a veces, pero la belleza interna siempre seguirá ahí, y esa si es lo más importante y llamativo que puede tener una persona.

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Hola, espero que les haya gustado la primera de mis historias, la próxima será sobre otro tema.

Si lo desean pueden darme sugerencias sobre que les gustaría que cuente, tu historia también puede estar aquí.

Para ustedes mis corazones llenos de esperanza 💚💚💚
Chaw