Bad choices

Capítulo 2.

Cuando llegamos a McDonald's pude percibir el olor a patatas fritas nada más abrir la puerta.
Una larga fila de personas esperaba a que le atendieran a un lado de la caja y a su derecha otra larga fila esperaban para ser servidos.
-Iré a pedir, ¿qué quieres?- Me dijo Nash con una pequeña sonrisa.
-Uhm...lo mismo de siempre.
-Está bien, ahora vuelvo, ve a coger mesa. -Dijo para darme un pico en los labios y darse la vuelta para ir a la fila de pedidos.

Divisé aquel restaurante de comida rápida con la mirada, en busca de algún sitio libre.
Encontré a una pareja recogiendo sus cosas de una pequeña mesa justo al lado de la ventana, bingo.
Esperé unos minutos a que se fueran, y me senté.
Mientras que esperaba a Nash, decidí revisar mis redes sociales. No es que tuviera 100,000 seguidores, pero me gustaba aquel espacio virtual.
Creo que con la únicas personas que podía ser yo misma eran con Nash y con internet, sí es que eso cuenta como persona.
Mirando mis notificaciones de Twitter, me apareció un pequeño aviso en la parte superior de mi Iphone.
Me había llegado un nuevo mensaje en Whatsapp, de un número desconocido.
Pulsé e inmediatamente aquella aplicación se abrió, dejando ver un extraño mensaje.

"Número desconocido:
Te veo."

Ignoré el mensaje pensando que sería alguna broma de Mandy o de Luke.
Sentí un golpe en la mesa, seguido de un fuerte olor a McPollo y a Coca Cola.
-Dios mío, no he visto restaurante más lento en mi vida. -Dijo Nash, a la vez que suspiraba y mordía una de mis patatas fritas.
-Eres un quejica, -Reí- y una nenaza.
-¡Hey! ¡Yo no soy una nenaza, y no me quejo!
-Lo que tu digas... -Dije rodando los ojos.
-Ah, ¿sí? -Dijo acercándose a mi por encima de la mesa.
-Sí. -Susurré cuando su frente chocó con la mía.
-¿Segura? -Dijo rozando nuestros labios, haciendo que cerrara los ojos.
Intenté besarle, pero instintivamente se separó.
-Me encanta el efecto que esta "nenaza" -Dijo haciendo comillas con los dedos- tiene en tí, bebé.
-Capullo. -Dije riendo- no juegues conmigo.
-Sabes que nunca lo haría, -Dijo dándome mi merecido beso. -Te quiero.
-Yo también te quiero, Nash.
-Bien, ahora a comer, que muero de hambre.

•••••••••••••••••••••••

Hacía unas dos horas o así que Nash me había dejado en mi casa, ahora mismo me encontraba en mi habitación viendo The Walking Dead en mi portátil.
-Mierda, la batería. -Dije al mismo tiempo que sentí mi móvil vibrar y que mi portátil se apagaba.
Me dispuse a buscar el cargador cuando de nuevo, volvió a vibrar mi teléfono, indicando otro nuevo mensaje.
Ignoré el molesto sonido y abrí un cajón esperando ver aquel aparato blanco que cargaba, decepcionándome a mi misma otra vez. Entonces mi móvil volvió a vibrar.
-¡Joder! ¿Quién es tan pesado? -Exclamé ya cansada del agudo sonido.
Cogí mi IPhone y lo desbloqueé.

"Tiene 3 mensajes nuevos en Whatsapp de un número desconocido"

Hice click en dicha aplicación y volví a hacer click en el número desconocido.
Era el mismo que me había hablado horas antes, cuando esperaba a Nash en el McDonald's.

"Número desconocido:
No me ignores, preciosa. Por cierto, dile a ese novio tuyo que se aparté de tí, eres mía."

"Bonita fachada, tienes una casa muy bonita, lástima que no tenga tiempo para entrar."

"¿Quieres que te de un consejo? Nunca dejes la ventana abierta...y mucho menos de noche."

No entendía nada, ¿A qué se refería?
Es verdad que dormía con la ventana abierta, en todo caso porque hacia un calor de infierno, pero nadie sabía eso.
A no ser que...
Alguien me está viendo.
Me levanté y miré por la ventana, encontrándome con una bonita calle de Carolina del Norte, con árboles y niños jugando...pero había algo fuera de los normal,
Aquel coche negro que acababa de salir de uno de los aparcamientos de la calle.
Ningún vecino poseía uno, es más, sólo mi madre y el vecino Ralph tenían, pero ambos eran de un rojo intenso.
Esto no era normal.
Alguien sabía donde vivía, mi nombre, mi teléfono, conocía a Nash y Dios sabe qué más.

Me estaban acosando.