Jugando con muñecas (CH Argentina)

1 - Muñequita Responsable

La vuelta a casa de esa noche fue animada, Agustina y Perla hablaban animadamente mientras Agustina manejaba, en un intento de que sus amigas no se durmieran de camino a sus respectivas viviendas, teniendo que pasar primero por la casa de Camila ya que era la que en peor estado de ebriedad se encontraba y por lo cual era molestada por las trillizas

Una vez frente a la casa de su prima, Agustina se bajó del auto para ayudar a Camila a caminar hasta la puerta y una vez allí, dio unos golpes en la madera, en espera de que su tía les abriera

-- Hola tía.... -- dijo con una sonrisa la más alta que llevaba agarrada a la borracha Camila que iba casi dormida, cosa que no parecía hacerle mucha gracia a la mayor de la situación, la cual miró con cierto reproche tanto a su hija como a su sobrina -- Se me perdió un rato nomas y se puso hasta las pijas... -- decía Agustina con una sonrisa nerviosa, la chilena mayor golpeaba con impaciencia el pie en el suelos frente a la situación en la que se veía espectadora

-- Pasa Agus... -- dijo corriéndose de la puerta resignada un poco, era bastante tarde como para andar renegando, tanto su hija como su sobrina pasaron hacia el interior de la casa, Chiara, terminó por ayudar a Agustina a llevar a Camila a la cama donde se quedó tranquila -- ¿Tu tomaste? – le preguntó a su sobrina a la par que terminaba de tapar con las mantas a su hija

-- No tía, sigo sobria -- dijo Agustina con calma yendo hacia la puerta de la habitación para poder dejar a Camila descansar

-- ¿Aún fumas? -- preguntó olisqueando a su sobrina y una vez en el pasillo de la casa. Agustina se río por lo bajo algo nerviosa, y terminó por asentir a la pregunta

-- Hay malas mañas que aún no puedo dejar tía -- le dijo sonriente y Chiara sonrió dándole unas palmadas en la cabeza a son de un regaño y un castigo por dichas acciones sacándole una pequeña carcajada a Agustina

-- Cuídate, que tu no conduzcas ebria no quita que haya gente que lo haga -- le dijo con una sonrisa llena de cariño

-- Lo sé tía, el mañana paso a visitarte -- se acercó a su tía y la abrazó siendo correspondida de inmediato por la mayor

-- Adiós pequeña, saluda a tus niñas por mí – pidió Chiara separándose del abrazo

-- Lo hago, Chau tía -- dicho esto Agustina salió de la casa volviendo a su auto donde las demás seguían a toda pila, menos por Esmeralda que ya se dormía -- A la casa mujeres -- dijo alegre mientras arrancaba nuevamente el vehículo para ir a dejar al resto de sus amigas en sus respectivas casas

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Las pisadas molestas de la albina mientras volvía a su casa sola enojada con su hermana mayor dejaban ver el amargo sentimiento de rabia que crecía, la japonesa se había ido con una novia y la había dejado sola a la vuelta de aquella salida

-- Claro, "Vamos Eun-Hae" "Te voy a cuidar hermanita" "No va a pasar nada si no vas con Eunji" -- renegaba sola mientras sus tacones se balanceaban en su mano, le dolían los pies y no veía la hora de volver a su cama, definitivamente no volvería a salir con Ren sin que Eunji estuviera con ellas

Sumándole a que su sábado no parecía ir muy bien y que su amargura no fuera suficiente, Eun-Hae cayó de rodillas a la vereda por no ver donde pisaba y teniendo la mala suerte de dar con una baldosa floja, sacándole desde lo más profundo de su pecho un quejido ronco y gutural que se transformó en un pequeño lloriqueo al sentir el ardor y el dolor en sus rodillas todas raspadas por la caída

Buscó con la mirada su celular, terminando por dar otro lloriqueo y otro quejido al ver la pantalla toda astillada y que este no encendiera por más que intentara varias veces por lo que se dio por vencida a la idea de poder llamar a su madre, de todas formas solo seria para problemas y no quería cargar aún más a su hermana mayor con problemas ya tenía suficientes por el momento.