Jamás había esperado tanto un atardecer como cuando te convertiste en mi solecito de miel.
Jamás el cielo estuvo tan hermoso como cuando tu me mirabas desde el.
Jamás vi a las estrellas tan poco brillantes como cuando me sonreiste esa primera vez.
Jamás vi el amor tan bonito hasta que me enseñaste que así podía ser.
Jamás supe que te quería tanto hasta el día que no quisiste volver...
ESTÁS LEYENDO
Honey
شِعرY aquí estoy de nuevo, porque tuve la valentía de entregar mi corazón pero no fue recibido con el mismo amor que lo dí, y se rompió, de nuevo...