El cuento entre generaciones.

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El silencio en la madrugada nos engullía a cada ser que habitaba por ese territorio. Frío y desolado. Cada vez que volvía la luna a ponerse en el pueblo desaparecía la tranquilidad. Casas cerradas a cal y canto. La oscuridad intentaba entrar de la manera que fuera aprovechándose de la pureza de los que habitaban allí. Creo que os acordaréis de la frase de vuestras madres y abuelas: No salgáis por la noche que es muy peligroso. Os afirmo que es verdad. Pasos lentos caminando cerca de ti, a escasos metros buscando la forma de entrar. Tapándote con las sábanas de tu cama hasta la cabeza para sentirte protegido de la oscuridad. Las gotas de sudor en la frente son notorias por el terror y angustia de cada noche que se avecina la pesadilla de todos.

I niño por noche desaparecía entre la oscuridad. Y jamás volvía a saberse de él. La leyenda dice que la pesadilla les desgarraba la garganta con sus afiladas garras y al ver que no salía un ápice de respiración de su pequeño organismo les cogía de una de las piernas y los arrastraba por el suelo llevándoselo hasta el lago donde causalmente nunca hay nada. Ningún cuerpo bajo el agua. Pero siempre se encuentra el camino de la sangre saliendo de la garganta de esos inocentes. Desde la casa hasta el maldito lago.

Cada diciembre el terror vuelve a Belchite, intentando frenar lo que desde hace siglos se ha documentado. A partir del 1 de diciembre el pueblo está condenado a 31 días con la luna llena. El comienzo de un bucle de terror. Sufrimiento. Angustia. Nada ni nadie puede frenar es bucle de sangre inocente que se derraba cada noche oscura. Menos familias viven aquí y es normal sabiendo que tienes el peligro de perder a tus hijos sin poder hacer nada para remediarlo. Muy pocas familias soportan estar aquí en diciembre con la llegada de lo que se avecina entre la oscuridad. Un misterio jamás resuelto, que ni el policía local sabe describir. Hasta él le tiene pánico. Realmente no hay ser humano capaz de enfrentarse a lo que jamás ha visto pero siempre ha escuchado temer. 

Cuento mal contadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora