Capitulo 2

124 20 3
                                    

Después de terminar aquel banquete el alfa regreso junto a sus omegas a su cabaña, Mina rodeando uno de sus brazos mientras que sus feromonas daban a entender lo feliz que estaba mientras le platicaba al hombre de ojos cafés como habían estado esas semanas sin él, Uraraka diciendo alguno que otro comentario sobre lo que había aprendido de costura y Tsuyu solo iba en silencio a un lado de Izuku.

El omega se encontraba perdido en sus pensamientos pues en su interior se sentía inquieto, sentía en su pecho como se formaba un suave gruñido de protesta y es que hace ya media hora de su encuentro si es que se le podía decir así con aquel alfa, con Katsuki. Se sentía intranquilo y por otra parte estaba nervioso, hoy nuevamente su alfa dormiría con él, su sola presencia agitaba a su omega pues el aroma a arcilla y pino que desprendía aquel alfa le comenzaba a desagradar, algo que nunca antes había pasado.

¿Estará algo mal con él?

— Midoriya ¿Está todo bien? — Dijo Tsuyu mirando a Izuku, se podía apreciar cierta preocupación en su mirada ya que al crecer juntos ella podía leerlo con facilidad.

— Si, si, no te preocupes Tsu, todo está bien— Y como muestra de que decía la verdad el peliverde formo una sonrisa mostrando todos sus dientes.

Y funcionó o al menos el resto del camino hacia su casa ella no volvió a comentar nada.


. . . .

Su cabaña tan acogedora como era posible albergaba al menos tres cuartos siendo la recamara principal la más grande ya que los cinco dormían juntos en una cama especial por el gran tamaño de la misma.

— Los extrañé mucho mis queridas omegas y mi pequeño omega — Dijo Yoshi, su voz era profunda pero tranquila acompañada de una sonrisa que no mostraba más que felicidad pues él realmente quería a sus tres esposas y su esposo.

Aquel alfa de hombros anchos estaba agotado, su viaje de regreso había sido largo pero con todo el jubiló y celebración de la tarde la adrenalina no abandono su cuerpo sino hasta ahora que se encontraba en su hogar junto a sus omegas. Su aroma llenó la habitación con el objetivo de que esté quedará impregnado en sus tres esposas y su querido esposo.

— ¡Y nosotros a ti, amor! — Mina siendo la más feliz de tenerlo de regreso y eso era algo que Hitoshi podía darse cuenta, así que extendió sus brazos y la omega de piel rosada no dudo en acurrucarse entre ellos esparciendo su aroma para mezclarlo con el de aquel alfa.

— Nosotras igual lo extrañamos, alfa — Ambas omegas, Tsu y Uraraka exclamaron.

Pues si bien no lo amaban el cariño estaba presente además estaban tan acostumbradas a su presencia que se les hacia inevitable no echar de menos a su esposo así que siguiendo el ejemplo de mina, cada una se colocó a un costado de él, mina sobre el pecho, Uraraka en el costado izquierdo y Tsuyu en el derecho, solo faltaba Izuku.

— Venga cariño, tu alfa te ha extrañado mucho.

Izuku miro aquella sonrisa que quiso transmitir calidez y cariño sin embargo después del último encuentro que tuvo con Yoshi antes de que esté se fuera a la batalla le impedía salir de esa rigidez que la simple idea de acostarse con él le producía pero no quería problemas, de por sí él era el menos cariñoso con su alfa. 

Así que se obligo a sí mismo a subirse a la cama acomodándose por debajo de Uraraka quedando entre el cuerpo de ella y el abdomen de Yoshi y así los cinco conciliaron el sueño. Tres omegas tranquilas sin saber lo que se avecinaba gracias a la intranquilidad que comenzaba a desarrollar cierto pecoso pero el alfa sí pudo darse cuenta de ello. 

El aroma de tu alma | BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora