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El olor a café hace que sus sentidos se despierten. Se remueve en la cama, entreabriendo los ojos y cayendo en cuenta de algo. Cómo había llegado hasta ahí? Apenas y recordaba haber vuelto del aeropuerto junto a Manuel tras la partida de Alex....

Se levanta en un instante y sale corriendo hacia la cocina, y sonríe algo cansada al ver al español friendo algunos panqueques.

—Buen día dormilona.

—Hola, Manu.

—Café? —pregunta él sin esperar respuesta y la mexicana asiente. Le acerca una taza y toma un sorbo de esta.

—Qué hora es?

—Son casi las dos de la tarde. Te dormiste desde que llegamos del aeropuerto, que fue casi a las 7.

Asiente. —Lo recuerdo, sabelotodo.

—Cómo te sientes? —pasa su brazo alrededor de sus hombros, ella suspira y mira su café.

—Agotada. Aunque igual he dormido. —ríe levemente. —Tú? No deberías estar en el café junto a Víctor hoy?

—Hoy lo cerraron, estan limpiando y remodelando parte del escenario el cual tú, Carmín Laguardia, serás la encargada de inaugurar.

—Yo?

—Si, tú. Todos mueren por oírte y lo sabes perfectamente. —le mira sonriendo.

—Cuidado se queman los panqueques. —dice ella y el español mira preocupado la sartén, ella ríe.

—Hey! Eso no es gracioso.

Su voz deja de ser escuchada por la chica y ella entra nuevamente al dormitorio. Toma su celular, lo enciende y busca con la mirada alguna notificación con el nombre de su novio, y nada.

—No te ha escrito, cierto?

—A ti tampoco?

—Nop. Tal vez aún no llega, o no tiene señal. —se encoge de hombros.

—Tienes.. tienes razón. Irás a casa, cierto?

—Auch, que feo. Ya quieres que me vaya?

Ella ríe. —No, tonto. Si vas para allá puedes dejarme en la discográfica antes de llegar, a eso me refería, no quería irme sola.

—Dalo por hecho, entonces.

Los dos se dirigen a la cocina, ella sale a la sala y verla sin la guitarra contra la pared y la laptop de su novio la hacen ver ligeramente vacía. Frunce el ceño al ver una manta celeste doblada sobre el sofá.

—Dormiste en el sillón?

—Ah, sí. Tú te quedaste dormido encima mío, te dejé en tu cuarto y luego vine.

—Y por qué no dormiste en el cuarto de invitados?

—Me dio flojera y parecía lo más rápido, estaba cansado. —responde sin darle importancia. —ahora ven a comer, si?

Ella asiente. Ayuda a llevar el plato con panqueques a la mesa y se sienta junto a Manu. Comienzan a comer en silencio. Manuel siente que hay algo que Carmín necesita preguntar, y es lo mismo que el cree.

—Manu?

—Dime.

—Crees que Alex estará bien?

—Claro que sí, Carminura, él estará más que bien en donde se hospedará.

—Eso espero.

—Así será. Deja de preocuparte por él y anda cámbiate, que con ese buzo no pareces la artista de tu nivel que eres, para salir de una vez.

Oye ;; A short Carmilex storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora