Cuando la vida te da el primer golpe tú tienes que darle uno mucho más fuerte, y cuando una persona te rechaza tú tienes que hacer frente a ese hecho de la mejor manera.
Vengarte de la persona que te rechazo por otro y del joven que enamoró a tu alm...
Título:私のポスターとさようならのキス | Mi cartel y el beso de despedida
Piscis x Leo x Géminis
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San Valentín era un día para las parejas pero Piscis no estaba en la mejor de las formas para sentirse a gusto con su situación.
Se supone que ese día solo era para dos pero el grupo que rodeaba a su novio con regalos y cartas no lo tenían en cuenta. Y el hecho de que su pareja fuera tan amable lo ponía algo celoso (muy celoso).
—¿Cuántos celos pueden caber en tu diminuto cuerpo?.
Arrugó con fuerza el pedazo de papel que tenía en su mano cuando la voz divertida de Géminis se escuchó a su lado.
—Oh una carta— de un movimiento se lo quitó de la mano —El pequeño Piscis escribiendo con los dedos del pié— Géminis le apuntó con un dedo —Estabas drogado, querido ex novio de mi novio.
—¿Acaso no tienes algo mejor que hacer, gilipollas?— pregunté enojado.
Yo no escribía con los pies aunque Escorpio ya me lo decía cada vez que me pedía algunos apuntes, pero no era ningún defecto, ya decía Leo que era la letra más extraña e indescifrable de su vida.
No era un insulto, era un elogio sí salía de la boca de mi pareja.
—¿Es lo único que le puedes dar?.
La pregunta de Géminis me desconcierta, él idiota tenía razón, miró su mano la cuál aún sostiene mi arruga carta. Después observó hacia la multitud donde todos tienen regalos muchos mejores; rosas, chocolates, carteles, adornos y hasta un pequeño grupo de música.
Todos son mejores que Piscis y eso solo le causa más angustia, entiende que la mayoría considere a Leo como el Príncipe de Domingo pero al mismo tiempo quiere que ese título desaparezca para ser ellos dos.
—Oh al final te das cuenta— El príncipe de Miércoles me lanza la carta con descaro —Tu nunca estarás a la altura; ni emocional o físicamente, Piscis.
Baja la cabeza hacia el suelo donde se encuentra su esfuerzo de San Valentín. Diez días escribiendo para que la carta no fuera recibida, si era patético.
Lo levanté, observé a Leo recibir todo. Apreté los puños y salí corriendo del lugar, Géminis tenía razón, no era suficiente para alguien tan genial y amoroso como Leo.
Cuando mis piernas se cansaron fue el único instante en que me permito llorar en el día más especial de los enamorados.
En un día que estaba solo.
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