Cazando Príncipe (Zodiaco/BL)

火曜日のばか

   El idiota de martes  

Aries tuvo que gruñir con enojo cuando fue sacado del baño con fuerza, no tenía ninguna actitud agradable ante el extraño que oprimía su muñeca.

—Lastimas mi sagrado cuerpo— hablo, debía señalar su posición. —Al menos, dime ¿porque me sacas del baño, desconocido?

El joven peligris se detuvo y lo observo dudoso, soltó su muñeca e hizo una mueca con disgusto.

—Aries, me conocisteis ayer.

—Oh eso explica muchas cosas— sonreí ampliamente, debía demostrar una actitud positiva.

Aunque mi mente gritara “Diablos, otra ves olvide todo, solo habla con naturalidad para que no sepa que eres pésimo con la bebida”. No quería parecer un perdedor.

—¡Oh si ya te recuerdo, que bueno verte de nuevo!— me sobé la nuca y le guiñe un ojo —Sabia que tu cara me era conocida.

—Me acabas de llamar desconocido— respondió.

“Intenta no complicarme las cosas por favor”— pensé. —Como crees, el desconocido es que no recuerdo tu nombre, ya sabes, el ruido, las luces y tú lindo rostro no me ayudaron a pensar mucho.

—¿Lindo rostro?

—Por supuesto, eres todo un galán, diría que hasta podías ser mi tipo— un buen cumplido siempre había funcionado con sus casos anteriores —Tu y yo siendo lindos haríamos una buena pareja.

—Yo también creo que seríamos buena pareja juntos— me sonrió con cariño y sin evitarlo lo sujete de las manos.

—¡Piensas lo mismo! Oh dios, los dos juntos seriamos capaces de atraer a lindas chicas, eres tan guapo y yo tan sexi, seríamos unos casanovas.

—Espera todo esté tiempo hablasteis de una unión para atraer chicas.

—Claro que si, los dos somos heteros, que otra cosa sería sino.

—¡Pero me acabas de llamar lindo y guapo!— exclamó con fuerza.

—Porque lo eres, acaso no te consideras lindo, tu ...

—Tauro— a completo. —Y claro que si lo soy, ya viste mi cuerpo.

—No aún tienes la ropa puesta— dije sin mucha importancia.

El rostro de Tauro se sonrojo y se cubrió la cara con una mano —Acaso quieres verme desnudó.

—Seria malo, los dos somos hombres como sino tuvieras curiosidad por el cuerpo de tus amigos— el peligris se llevó la otra mano también al rostro —Siempre me e preguntado si alguien la tiene más grande que la mía.

—¿Diablos eres todo un pervertido?— murmuró Tauro y me miró por uno de los huecos que se formará por la separación de sus dedos —Tan sexi y honesto, joder quien no quiere follar contigo.