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Ha pasado el tiempo, y consigo los recuerdos han ido intensificandose.
Todavía recuerdo la primera vez que la vi a mi ardillita en clases en el acto de bienvenida del colegio, su presencia era algo que iluminaba el ambiente y con ello opacada todo lo malo que estaba pasando en mi vida en ese momento. Creo que a la corta edad de  15 o 14 años porque realmente no recuerdo, me embobé con ella y no me arrepiento de haberlo hecho, nunca me había pasado algo parecido con alguien mayor que yo y hueón, juro que la amé, la amé mucho y quizás hasta el día de hoy la sigo amando y por eso tengo que dejar ir ese recuerdo, estos sentimientos y dejar que sea feliz.
Siempre he intentado hablarle de una u otra manera, pero nunca lo consigo y la verdad es frustrante. Yo solo quería una conversación con ella y dejar las cosas en claro, decirle que la amé hasta el último segundo de que nuestras respiraciones se mezclaron en el aire convirtiéndose en nada.
Recuerdo haber llorado un poquito escuchando la canción de Allison: déjame verte y ¿quién lo diría? También me puse a llorar ahora mismo escribiendo esto al escuchar dicha canción.
Quiero decirle que muchas gracias por haber estado ahí como profesora para apoyarme en las malas y peores y celebrar las buenas y mejores. Fui afortunada al conocerla y la verdad estoy muy feliz por eso aunque le haya hecho daño de cierta manera con mi obsesión predilecta. No quería dañar a nadie, lo juro...

Quizás en otra vida nos volvamos a encontrar y si es así me encantaría que fuésemos amigas o algo por el estilo, quizás más (me llaman Romeo) bueno, con estas últimas palabras me despido y dejo la novela hasta acá.

Gracias por tanto, perdón por tan poco.

Atentamente, yo; Julieta Hellish.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2022 ⏰

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