Sapo

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Blanca.

Recuerdo tener unos 8 años cuando pasó aquello.
Todavía al recordarlo me pongo roja.

Me levanté ese sábado por la mañana y bajé corriendo para pedirme la tele antes que mi hermano.
Cuando llegué vi que todavía no había nadie así que me puse a ver lo que estaba dando en disney.

Tiana y el sapo

No me apasionaban del todo las princesas pero de igual forma me quedé viendola por la belleza que tenía aquella.

Poco a poco fui enganchandome más a la peli. Cuando terminé de verla me eché a llorar, tanto que mi madre se despertó.

- Blanca cariño, que te pasa?- me preguntó mi madre con un tono preocupado.

- Mamaa, es que nunca voy a conseguir a un príncipe que me quiera tanto como a Tiana.- le dije entre sollozos.

- Cariño, eres muy pequeña, pero sé que algún día ese príncipe te encontrará y será muy afortunado.

Tras esto mi madre me llevó a desayunar a una cafetería que había cerca de casa.
Al llegar mi madre se encontró con una amiga del trabajo y nos sentamos con ella.

- Mami ya he terminado, puedo jugar fuera?

El sitio tenía una terraza estupenda rodeada de naturaleza.

- Venga, ve a jugar un ratito, pero cuando te llame vienes de inmediato.

- Si mami.

Cuando estuve fuera empecé a jugar con unas mariquitas que había en el césped hasta que escuché un ruido extraño.

Como niña pequeña fui a fijarme que era aquel ruido.
Cuando me acerqué por detrás de los árboles más grandes ví como un sapo estaba croando.

- Hola señor sapo, puedo quedarme contigo un ratito?

Obviamente el sapo no me respondió.

Al ver que no se movía recordé la película que vi aquella mañana.

Tiana besó al sapo

- Tranquilo príncipe, yo te voy a salvar.

Lo cogí entre mis manos y cuando estaba a punto de darle un beso escuché una rama romperse.

Me levanté de inmediato y cuando me giré me lo encontré.

Alex.

Estaba esa mañana en la cafetería, tendría en ese entonces unos 11 años, llegué allí tras escaparme de casa porque mis padres no querían dejarme salir a jugar con mi nuevo amigo.

Cuando llegué ví que no traía dinero, por lo que salí a tomar el sol a la terraza y a explorar entre los árboles a ver si me encontraba algún tesoro o algo por el estilo.

Cuando llegué al final de los árboles que habían vi que había una niña sentada en el suelo, tendría unos 8 o 9 años.

Cuando me acerqué a verla más de cerca para ver que hacía allí, la ví.

- Aaaah, no tengo chuches ni dinero así que lárgate.- Gritó ella casi con los ojos cerrados del susto.

- Cálmate, no quiero nada. Lo que quiero saber es porqué ibas a besar un sapo, puaj!

Ví su cara, como se ponía poco a poco cada vez más roja.

- No lo iba a besar!

- Si, si lo ibas a hacer. Bueno da igual, pero no lo beses es súper asqueroso.

- Tiana y el sapo

Me dijo sin ningún motivo.

- Qué?

- Lo quería besar porque Tiana besó al sapo y se convirtió en príncipe.

- Menuda chorrada- me eché a reír sin poder contenerlo- quién se cree eso.

Derrepente sentí un golpe en la tripa.

- Auch!

- No te rías de mi!!

Quién hubiera dicho que aquella niña tenía tanta fuerza.

Iba a decirle algo cuando derrepente se escuchó:
Blanca, tenemos que irnos!!

La niña se giró y empezó a caminar de vuelta.

- Ey! No me puedes pegar e irte como si nada
No me respondió

Cuando la ví a punto de irse le grité
- Eh sapo!! Me las vas a pagar

Ella se giró con las mejillas coloradas y me sacó la lengua en modo de burla.
Y así como si nada se fue, dejándome otra vez solo en aquella cafeteria.

Aunque seas idiota, yo te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora