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Avisito: Jeongin/Top Seungmin/Bottom
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-Y luego la señora me cerró la puerta en la cara, ¡En la cara!, ¿Entiendes, Jeongin?—
–Sí, entiendo, es toda una... irrespetuosa? No lo sé, bueno, Jinnie, hablamos luego, Seungmin está por llegar.
-Apa, así que ya está por llegar el dulce enamorado eh, está bien, hablamos en la noche si es que no se queda a dormir y duermen acurrucaditos.
-Hasta dentro de unas horas, idiota - finalizó la llamada y terminó de acomodar su habitación, el timbre sonó y fue hasta la entrada-. Hola, Seungmin, bienvenido, pasa.
-Gracias y hola también—sonrió y se acercó al castaño para dejar un pequeño beso en su mejilla en forma de saludo.
-Podemos estudiar en el comedor o en mi habitación, como quieras.—
-Como a ti te parezca más cómodo.—
-Bueno, mi mamá llegará en un rato y seguro va a querer practicar uno de los postres de su libro de recetas, hace mucho ruido.
-¿A tu cuarto entonces?—
-Claro. Sígueme, es por aquí -guió-. Tengo un escritorio en mi habitación para apoyar, quédate tranquilo.
—Oh, está bien —rió ligero.
-Digo, ya que para mí es mucho mejor apoyar en una superficie dura, y seguro que para ti también.
-Exacto.
Ya se habían acomodado y ahora repasaban lo más fácil.
-Esto se pasa para el otro lado realizando la acción contraria y listo, no es tan difícil— explicó Seungmin, se volteó a ver a Jeongin quien veía la cuenta pensativo, sonrió inconscientemente, si había algo que le molestaba es que sea tan vulnerable a cualquier cosa que hiciera el castaño, estaba profundamente enamorado de él desde hacía 3 años y nunca supo controlarse.
-Es cierto, no es difícil, no entiendo cómo no pude saberlo antes, todo un idiota ¿Verdad?-se giró a ver a Seungmin, quien rió bajo, negó con una sonrisa y sus mejillas teñidas de carmesí. Verlo de esa forma causó un pequeño remolino en el vientre del castaño, y hasta sintió como sus mejillas se acaloraron ligeramente.
-Yo no diría que eres idiota, sino que, tardas un poco más en entender.
-Como 4 años. ¡Qué poco! — exclamó irónico robándole otra risita al ojiverde.
-Bueno, será porque no prestabas nada de atención a las clases, pero mira, ahora prestaste y ya en menos de media hora lo tienes dominado.
-Soy un cerebrito de las matemáticas.
-Aún te falta, cerebrito, apenas vamos por lo más fácil y básico.
-¿En serio? ¿Esto es lo más fácil y básico?
–Tú mismo dijiste que era fácil.
-Sí, pero... ¿Lo más fácil? Nunca seré un cerebrito de las matemáticas-suspiró.
-No te desanimes tan rápido, espera un rato más al menos Jeongin—rió.
-¿Tan poco crees en mí?— se quedaron mirando, los ojitos de Seungmin fueron tomando un brillo espectacular y un leve y apenas notorio sonrojo se asomó por sus mejillas, el castaño sólo podía verlo sintiéndose... ¿Calido? Nunca creyó que alguien iba a mirarlo de esa manera, y ahí estaba aquel alguien, frente a sus ojos y enseñándole en un primer plano lo mucho que le encantaba, y no porque lo deseara, sino porque era pésimo disimulando.
-C-Claro que creo en ti, muchísimo-corrió la mirada, Jeongin sonrió ante su ternura.
-Es bueno saber que alguien cree en mí, incluso para algo en lo que todo el mundo me tiene inexistentes expectativas.
-¿Y qué hay de Hyunjin?
—Él dijo que habrían más posibilidades de que dome un tiburón antes de sacar una alta calificación en matemáticas - rió al recordar las palabras de su amigo.
-No es por nada, pero preferiría la nota alta en matemáticas antes de que intentes domar un tiburón.
—Qué dulce —Jeongin sonrió avergonzado y sus mejillas ya estaban teñidas de carmesí al completo.
-Es la verdad.—
-Y tú Seungmin ¿En qué eres malo?
-Soy malo para las bicicletas.
-¿No sabes andar en bicicleta?
—No, nadie nunca me enseñó.
-¿Nadie?, ¿Y tus padres no te enseñaron de pequeño?
-Estaban muy ocupados como para enseñarme a andar en bicicleta -ese brillo que antes estaba en sus ojos se esfumó tan rápido como un fuerte viento al contar aquello, el castaño hizo un pequeño ademán al escucharlo y ver su expresión, sabiendo que le dolía decir aquello y entonces supo que probablemente Seungmin no haya tenido suficiente atención en su niñez por parte de sus padres.
-Bueno, aún puedes aprender -animó.
-¿Para qué lo haría? El bus es perfecto para mí.
—No hay nada mejor que andar en bicicleta y sentir al aire chocar contra tu cuerpo, Seungmin.
—No suena mal, pero aunque quisiera, no tengo bicicleta y no sé aprender solo.
-Yo podría enseñarte si quieres—Seungmin lo miró, aquel brillo regresó.
-¿Lo harías?
—¿Por qué no? Tú me ayudas con las matemáticas y yo puedo ayudarte a andar en bicicleta.
-Sería fabuloso, sólo que no tengo bicicleta.
-Usaremos la mía, no hay problema.
-Gracias, Jeongin.
-Gracias a ti—le sonrió, una linda calidez se acurrucó en el interior de su pecho al ver aquella sonrisa tan bonita y sincera que le estaba regalando Jeongin.
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Aquí otro capítulo, ¿Les va gustado la historia?
Voy hacer maratón de 5 capítulos haci que este es 1/5 :3
