Lαs pαces

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Día de partido, no era su primer partido pero aún así sentían los nervios a flor de piel.

—Bueno como se tardaron un buen en escoger el nombre, las imprentas estaban cerradas así que tuve que buscar uniformes improvisados—

—No podían ser de otro color que no fuera amarillo chillón—

—Agradece que hay uniforme genio y no nos van a tener que pegar una hoja con un número—

—Ay Demian por todo te quejas—

—Bueno bueno, luego siguen regañando a Demian, por lo que más quieran si el marcador no favorece no marquen faltas por favor—

—Profe hoy no voy a ser yo el capitán—

—¿Por qué Rojan si ya estas bien?—

—Creo que todos necesitan demostrar su potencial y yo se que Lucas es un buen capitán—

—No, no, no yo no puedo—

—Claro que puedes, fuiste capitán durante este tiempo—

Rojan vio con ojos amenazantes a todos porque nadie se atrevía a decir algo para motivar al chico.

»⚡«

—Bueno así va a estar la alineación—

Rojan ese día otra vez se había fugado de su casa, no porque fuera rebelde pero dicen que la felicidad es primero.

—¿Por qué no quisiste jugar?—

—Quería darle la oportunidad a Lucas, yo se que él es bueno y quiero que tenga más confianza en si mismo—

—¿Y quieres entrar de cambio?—

—Todo depende de él, si se ve cansado ya el cambio y claro que sea decisión de él—

—Está bien—

»⚡«

El equipo contrario solo hacía una que otra falta, iban casi empate pero ya solo buscaban calentar los ánimos para que alguno de ellos hiciera que todo se hiciera caos.

—Vamos chicos ustedes pueden—

—Fin del primer tiempo—

—Vientos, todos muy bien solo que no se dejen llevar por los demás por favor solo los están provocando—

—Es que le pegó un codazo a Lucas, qué se cree—

—Pues es lo que quieren hacer, saben que ellos llevan la de perder y por eso lo hacen, pero solo no les hagan caso—

»⚡«

—¿Por qué no quisiste jugar?—

—Porque no siempre voy a estar—

—Pero es que no hemos jugado juntos y pensé que hoy sería el día—

—Ahorita hablo con el entrenador—

—Voy por algo ahorita vengo—

»⚡«

—Gracias por darme la oportunidad de ser el capitán el día de hoy—

—No hay de que—

—¿Te puedo dar un abrazo?—

—Si—

Esa escena la veía un muy enojado Jonathan desde lejos.

—Bueno chicos si se puede, ustedes saben que están jugando limpio sigan así no caigan en las provocaciones de los demás—

El último día en el que te vi jugar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora