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Paso una semana más, la verdad Rojan si hacia mucha falta en el equipo, la situación era como si el equipo fuera una carreta, pero a esa carreta le hacia falta una rueda, eso generaba un desequilibrio.

—Vamos chicos échenle ganas que el partido está a la vuelta de la esquina—

—¿Por qué el rendimiento bajo?—

—Tú por qué crees... ¡Vamos pase picado!—

—¿Es... por mi ausencia?—

—¡Vamos chicos concéntrense!—

Y Rojan veía como estaba la situación en esos momentos, sus compañeros por alguna razón ya no se coordinaban, les faltaba comunicación, Jonathan no buscaba a los demás.

—Tómense un descanso—

Todos al ver la reacción de desilusión del entrenador sintieron feo pero simplemente sin Rojan era difícil ya que el nuevo líder no era como él.

—Rojan y ¿qué te han dicho de tu tobillo?—

—Que todavía no esta del todo recu...—

—¡AHHHHHH!—

—¡JONATHAN QUÉDATE QUIETO!—

—¡AHHHHH ME ESTÁ SIGUIENDO!—

—¡NO SEAS NECIO Y DEJA DE CORRER Y ASÍ TE VA A DEJAR DE PERSEGUIR LA ABEJA!—

En eso llego un temeroso Jonathan a donde estaba Rojan sentado para que lo defendiera de esa abeja mala que lo había estado persiguiendo hace unos momentos. Al contrario esa acción le dio mucha ternura y como buen amigo lo abrazo para que la abeja no se le acercara.

—¿Ya se fue esa abeja mala?—

—Ya paso, tranquilo—

—Pero es que a mi no me gustan los insectos ni los perros, me dan miedo—

—No te preocupes no te va a pasar nada—

—¿En serio me vas a defender de todos los insectos y perros que existan?—

—Claro, siempre te voy a defender y cuidar de todo, porque eres como mi hermanito pequeño—

—Ya ya que no es novela—

—Chicos ¿Qué les está pasando?—

—Es que no es lo mismo sin Rojan—

—Pero está Lucas—

—Pero... no soy tan bueno... como lo es él—

Él último chico lo dijo con un tono de tristeza, eso al escucharlo el líder fue como un alfiler en su corazón.

—No digas eso Lucas, solo que no estas acostumbrado pero eres bueno, te he visto y se que tienes carácter, ser capitán no es fácil—

—Pero tú eres mejor y eso todos están de acuerdo—

Todos prefirieron dejarlos solos.

—Tú eres buen capitán—

—Solo lo dices para quedar bien—

—No es cierto, te he visto sabes dar ordenes, pero Demian solo te ignora, gánate al chico y todo va a fluir mejor aunque no lo creas él tiene algo que ver con todo esto—

—¿En serio?—

—Tú confía, si te ganas a Demian ya la hiciste, es un poco egocéntrico pero es fácil de ganarlo—

Ahora se veía más confiado, con el consejo que Rojan le había dicho, lo tenía que poner en marcha.

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El último día en el que te vi jugar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora